Rompe el silencio joven enfermero desde Alligator Alcatraz: “Estoy loco por abrazar a mi familia, a mi esposa»

El arresto del joven enfermero cubano Iván García Pérez, de 26 años, ha desatado preocupación y un intenso debate en el sur de Florida. García fue detenido el 7 de noviembre durante una cita programada con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Miramar, un procedimiento rutinario que miles de migrantes con documentos pendientes deben cumplir.

Sin embargo, lo que debía ser un trámite de supervisión terminó con su traslado a un centro de detención conocido entre migrantes como “Alligator Alcatraz”, uno de los recintos más temidos por su dureza y las prolongadas estancias de detenidos.


El joven, quien llevaba años preparándose académicamente en Estados Unidos, acababa de recibir la autorización formal para presentar el examen NCLEX, prueba final para obtener su licencia como enfermero registrado—a un paso de incorporarse al sistema de salud estadounidense, que sufre un déficit crónico de personal.

El testimonio desde detención: “Aquí es muy difícil estar encerrado”

En un audio enviado desde el centro de detención al periodista de Univisión Javier Díaz, Iván rompió el silencio y agradeció a quienes han mostrado apoyo. “Quiero agradecer a todas las personas que me están apoyando allá afuera. No saben lo que significa para mí tener ese apoyo”, declaró.

Visiblemente afectado, afirmó que las condiciones son duras y emocionalmente desgastantes: “Aquí es muy difícil estar encerrado, pero saber eso [el apoyo] me da mucha fuerza para seguir y seguir resistiendo y tener esperanza de salir”. Sus palabras han circulado ampliamente entre cubanos dentro y fuera de Florida, convirtiéndose en un símbolo del temor y la incertidumbre que viven quienes poseen el estatus I-220A.

El muchacho, marcado por la angustia de su realidad actual, ha dejado ver cuánto anhela abrazar de nuevo a los suyos y recuperar la tranquilidad que solo su familia le brinda. “Estoy loco por abrazar a mi familia, a mi esposa, por ver de nuevo a mis amigos, a mis compañeros de la universidad y decirles lo mucho que significan para mí. De verdad, muchas gracias de corazón”, explicó.

García ingresó a EE.UU. con un I-220A, una categoría de “libertad bajo supervisión” que no otorga beneficios ni protecciones equivalentes al parole humanitario. Aunque muchos cubanos creen que este documento podría permitirles acogerse en el futuro a la Ley de Ajuste Cubano, las autoridades migratorias no lo reconocen como entrada legal válida, lo que impide avanzar hacia la residencia permanente.


El abogado de inmigración Willy Allen, una de las voces más consultadas en temas migratorios en Miami, ha descrito este estatus como “un peligro enorme” porque no brinda garantías reales. Personas con I-220A pueden ser detenidas aun cuando cumplen sus citas, carecen de antecedentes y mantienen un récord intachable. El caso de García es un ejemplo directo de esas vulnerabilidades.

“Lo único que ha hecho es estudiar y trabajar”: la reacción de familiares y amigos

La familia del joven ha emprendido una fuerte campaña pública. Su primo, Rubén Enrique Banegas Pérez, denunció que Iván no ha cometido delitos ni incumplido requisitos migratorios. “Lo único que Iván ha hecho es estudiar, sacrificarse, esforzarse, hacerlo todo en el marco de la legalidad. Estamos indignados porque se trata de una persona ejemplar, que ha elegido el camino difícil pero correcto: el del esfuerzo y el trabajo”, señaló en un video publicado en la red social X.

Compañeros de la Miami Regional University, donde Iván estudiaba enfermería, han publicado mensajes en los que califican el arresto como “una injusticia irreparable” y advierten que el proceso migratorio está truncando carreras profesionales. Afirman que él representaba un caso ejemplar de superación, dedicación académica y compromiso con su futura labor en el sector de la salud.

Un arresto que se suma a un patrón de detenciones crecientes

El caso de Iván no es aislado. En las últimas semanas, activistas y abogados han reportado un incremento notable de detenciones de cubanos con I-220A durante citas programadas con ICE. Algunos detenidos no habían cometido violación migratoria alguna, lo que ha generado alarma entre las comunidades del sur de Florida, Texas, Georgia y otros estados con alta presencia cubana.

Organizaciones de apoyo a migrantes señalan que estos arrestos podrían estar vinculados a una política más estricta de revisión de expedientes mientras se resuelven litigios federales sobre el reconocimiento legal del I-220A. En tanto no exista una decisión definitiva, cada persona queda a discreción de los agentes y del proceso administrativo, lo que incrementa la incertidumbre.

Un impacto emocional y humano profundo

Más allá del análisis legal, la detención ha tenido un impacto emocional severo en la familia. Su esposa, amigos y colegas han descrito noches de angustia, impotencia y temor por una posible deportación. García, dicen, es un joven responsable, dedicado y sin historial negativo; su meta inmediata era obtener su licencia y trabajar en hospitales locales que enfrentan escasez de personal.

Los familiares han pedido públicamente a congresistas del sur de Florida, defensores de derechos civiles y figuras comunitarias que intervengan para evitar su deportación y facilitar su liberación bajo supervisión mientras continúa su proceso migratorio.

Un caso que simboliza la fragilidad de más de 400 mil cubanos con I-220A

El caso de Iván García se ha convertido en un ejemplo emblemático de lo que enfrentan aproximadamente 400 000 cubanos en Estados Unidos bajo esta figura migratoria. La comunidad teme que sin un cambio legal claro o un reconocimiento definitivo por parte del gobierno federal, muchos podrían ser detenidos o deportados aun cuando llevan años trabajando, estudiando y pagando impuestos.

Abogados señalan que, aunque existe una posibilidad de que el I-220A sea eventualmente reconocido como entrada legal para efectos de la Ley de Ajuste Cubano, ese proceso será largo y probablemente no evitará que decenas o cientos de personas queden detenidas en el camino.

Un llamado urgente a revisar políticas migratorias

El caso de Iván reabre el debate sobre los vacíos legales que afectan a cientos de miles de cubanos en Estados Unidos. La comunidad, activistas y expertos piden una revisión urgente de las políticas aplicadas a los titulares del I-220A, para que no continúen ocurriendo detenciones de personas sin historial delictivo y en pleno proceso de integración laboral y social.

Mientras tanto, la familia del joven mantiene la esperanza de que la presión comunitaria y la atención mediática se traduzcan en una solución humanitaria que permita su liberación.


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