
Un viaje de recreación por el Caribe a bordo del Carnival Horizon terminó convertido en una experiencia traumática para dos pasajeros estadounidenses que ahora exigen justicia en los tribunales. Catherine Shockley y William Maycock presentaron una demanda federal ante un tribunal del sur de Florida, acusando a Carnival Cruise Line de negligencia tras descubrir una infestación de chinches en su camarote durante su travesía de febrero de 2025.
Según la denuncia, la pareja detectó insectos vivos, huevos y rastros biológicos en la habitación, situación que fotografiaron y reportaron inmediatamente al personal del barco. Aseguran que, pese a dar aviso, la respuesta de la tripulación fue insuficiente, tardía y no cumplió con los protocolos de manejo de plagas que la empresa afirma aplicar de manera rutinaria.
Lesiones, angustia emocional y pérdidas económicas
El documento presentado ante el tribunal sostiene que Shockley y Maycock sufrieron más de 30 picaduras, que derivaron en irritaciones, inflamaciones y reacciones dermatológicas dolorosas. La experiencia, describen, también tuvo repercusiones emocionales significativas, incluyendo ansiedad, insomnio y un constante nerviosismo al desconocer el alcance de la infestación dentro del camarote.
Además del daño físico, la pareja asegura haber tenido pérdidas materiales, dado que varias de sus pertenencias quedaron contaminadas por los insectos o sus huevos. Destacan que debieron desechar ropa, accesorios y equipaje, además de afrontar tratamientos profesionales para desinfectar los artículos restantes. Los gastos médicos posteriores y el seguimiento dermatológico también forman parte de la reclamación.
“Mis clientes confiaron en Carnival Cruise Line para disfrutar de unas vacaciones seguras e higiénicas a bordo de un crucero. En cambio, se vieron expuestos a una infestación de chinches en su camarote que les causó lesiones dolorosas, angustia emocional, daños materiales y ansiedad a largo plazo respecto a los viajes y el alojamiento. Esta demanda busca compensar los daños y garantizar la protección de futuros pasajeros”, manifestó Grant I. Schwarz, abogado defensor.
El debate sobre la responsabilidad de la naviera
La demanda no solo apunta a un incidente puntual, sino que cuestiona el compromiso de Carnival con la salud y seguridad de los pasajeros. Señala que la empresa tiene la obligación legal de mantener sus instalaciones libres de condiciones peligrosas o insalubres, y que falló en actuar adecuadamente ante una situación que ponía en riesgo a sus clientes.
Los demandantes argumentan que la presencia de chinches en un camarote evidencia deficiencias en el mantenimiento, inspección y supervisión de la higiene a bordo, y consideran que Carnival no tomó medidas correctivas inmediatas. El caso podría sentar un precedente para futuras demandas relacionadas con el control de plagas en la industria de cruceros.
Según la legislación estadounidense y las normas internacionales que rigen el turismo y la navegación, cualquier pasajero tiene la posibilidad de presentar un reclamo formal directamente ante la compañía o, si lo considera necesario, acudir a la vía judicial. En estos casos, la demanda civil puede fundamentarse en daños y perjuicios, incumplimiento del contrato de servicios o eventuales violaciones a las leyes de protección al consumidor.
Carnival defiende sus protocolos sanitarios
Carnival Cruise Line sostiene contar con procedimientos estrictos de prevención y control, que incluyen inspecciones semanales en cada camarote, monitoreo de posibles infestaciones y aplicaciones químicas cuando es necesario. Estos procesos, asegura la naviera, son parte de un sistema de calidad supervisado regularmente por organismos externos.
En su sitio oficial, Carnival explica que el equipo responsable de los camarotes está capacitado para reconocer cualquier señal de presencia de chinches y obligado a revisar cada habitación al menos una vez por semana. También señala que, si se detecta algún indicio, el protocolo exige aplicar de inmediato un tratamiento químico tanto en la cabina afectada como en las contiguas, seguido de una serie de revisiones periódicas que pueden extenderse durante varios meses.
En efecto, el Carnival Horizon había pasado una inspección del Programa de Saneamiento de Buques del CDC (Centers for Disease Control and Prevention) en febrero de 2025, obteniendo una calificación de 93 sobre 100. Sin embargo, expertos independientes advierten que estas inspecciones se centran en áreas críticas como cocinas, piscinas y sistemas de agua, y no necesariamente pueden detectar infestaciones específicas dentro de espacios privados si el reporte no se realiza a tiempo.
¿Un problema aislado o un síntoma de fallas estructurales?
Aunque los cruceros con buena reputación suelen mantener estrictos controles sanitarios, los incidentes con chinches no son completamente desconocidos en la industria turística global. Estos insectos, difíciles de erradicar y capaces de reproducirse rápidamente, se convierten en un desafío para hoteles, aerolíneas y cruceros debido al constante movimiento de pasajeros y equipajes.
La demanda presentada en Florida pone nuevamente sobre la mesa la vulnerabilidad de los espacios turísticos ante las plagas y la importancia de una respuesta rápida y efectiva por parte de las empresas. También alimenta el debate sobre los derechos de los consumidores, especialmente en viajes de alto costo donde se espera un estándar elevado de seguridad e higiene.
El impacto potencial para Carnival y la industria
Un fallo adverso para Carnival podría impulsar nuevas auditorías internas, mayores exigencias regulatorias y protocolos más estrictos para prevenir infestaciones en buques. La industria de cruceros, fuertemente dependiente de su reputación, enfrenta en estos casos un riesgo importante: la pérdida de confianza del consumidor.
Analistas legales señalan que, si la evidencia presentada por los pasajeros —incluyendo registros médicos, fotografías y reportes internos— es sólida, la naviera podría enfrentar indemnizaciones significativas y presión pública para revisar sus procedimientos.
Lo que sigue en el proceso judicial
El caso continúa en manos del tribunal federal, y se espera que en los próximos meses Carnival presente su respuesta formal. Por ahora, la compañía no ha ofrecido declaraciones adicionales. La pareja busca una compensación económica por sus daños físicos, emocionales y materiales, y que se establezca la responsabilidad de la empresa por la presunta negligencia.
Mientras avanza el proceso, el episodio se ha convertido en un recordatorio de que incluso en barcos con buenas calificaciones sanitarias pueden surgir incidentes que, de no manejarse adecuadamente, terminan escalando hasta los tribunales.





