
La Operación “Dirtbag”, ejecutada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en coordinación con el Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida (FDLE), dejó un saldo de 230 inmigrantes indocumentados arrestados en distintas partes del estado.
El operativo, que se desarrolló durante diez días, se presentó por las autoridades federales como una acción focalizada en individuos considerados altamente peligrosos para las comunidades locales. Durante una conferencia de prensa, la subdirectora de ICE, Madison Sheahan, explicó que el objetivo fue sacar de circulación a “depredadores de niños, violadores y delincuentes extranjeros violentos”, y subrayó que la operación se concentró exclusivamente en personas con condenas graves o histórico delictivo severo.
Perfiles de los detenidos: delitos sexuales, homicidios y violencia extrema
Según informó ICE, la operación permitió detener a individuos con antecedentes penales que incluyen delitos sexuales contra menores, homicidios, tráfico de drogas, intentos de asesinato, agresiones violentas y otros ataques de alto riesgo. Entre los arrestados se encuentran 54 depredadores sexuales, 164 delincuentes sexuales, dos condenados por asesinato, una persona sentenciada por narcotráfico y varios individuos acusados de otros delitos graves.
Las autoridades divulgaron, además, perfiles específicos de varios inmigrantes detenidos, entre ellos cinco ciudadanos cubanos cuyas condenas por abuso sexual infantil, violencia extrema e intento de homicidio reflejan, según ICE, el tipo de criminalidad priorizada durante el operativo. Aunque se publicaron datos de cubanos, venezolanos y un ucraniano, la agencia no ha ofrecido aún un desglose completo por nacionalidad.
La colaboración interagencial y el impacto del programa 287(g)
Uno de los elementos centrales del operativo fue la implementación del programa 287(g), un mecanismo federal que autoriza a las policías estatales y locales a colaborar directamente con ICE en la identificación de inmigrantes sin estatus legal.
En Florida, este programa se ha fortalecido durante los últimos años, permitiendo que arrestos por delitos comunes deriven rápidamente en verificaciones migratorias. Las autoridades señalaron que esta coordinación entre bases de datos, notificaciones y trabajo de campo fue determinante para localizar a individuos con órdenes de deportación vigentes desde hace años. Según FDLE, la cooperación interagencial permitió ampliar el alcance geográfico y acelerar los procesos de identificación.
El mensaje político: Florida endurece su postura frente a la inmigración irregular
El gobernador Ron DeSantis celebró públicamente los resultados de la operación y afirmó que los arrestados forman parte de “los extranjeros ilegales criminales más peligrosos”. Aseguró además que estos individuos “ya están fuera de nuestras calles y pronto estarán fuera de nuestro país”.
La postura del gobernador se enmarca en una política estatal que ha fortalecido la colaboración entre autoridades locales y federales en materia migratoria, a la vez que ha endurecido los controles sobre el estatus migratorio en centros laborales, hospitales y detenciones estatales. La Operación “Dirtbag” refuerza esa línea, mostrando un modelo de aplicación estricta que podría replicarse en futuros operativos.
Nacionalidades implicadas y cifras aún no detalladas
Aunque ICE publicó fotos y perfiles de varios de los arrestados, entre ellos ciudadanos de Cuba, Venezuela y Ucrania, la agencia no ha precisado la cantidad total de detenidos por nacionalidad. Fuentes preliminares consultadas por medios locales señalan que muchos de ellos llevaban años residiendo en Florida y acumulaban condenas antiguas o recientes.
La falta de un desglose completo ha generado interrogantes en organizaciones comunitarias, especialmente en el sur de Florida, donde reside una numerosa población de origen latinoamericano.
Entre los arrestados destaca el caso de Sergio Velázquez Carnero, un cubano que permanecía en Estados Unidos de manera irregular y cuyo pasado criminal incluye un grave delito de abuso sexual a un menor.
Según los registros de ICE, Velázquez Carnero, de 63 años, fue capturado el 4 de noviembre tras años acumulando antecedentes. Además de las condenas por agresión lasciva y corrupción de menores, su historial revela múltiples delitos: desde hurto menor y mayor, hasta repetidas violaciones de las normas que obligan a los ofensores sexuales a mantenerse registrados.
La autoridad migratoria ya había intentado expulsarlo del país; un juez ordenó su deportación el 1 de julio de 2017, pero aun así logró permanecer en territorio estadounidense hasta su reciente arresto.
Vladimir García fue otro de los cubanos que cayeron en la redada de ICE. García estuvo condenado por agresión lasciva y lujuriosa contra menores de 12 y 15 años de edad.
Próximos pasos: reactivación de órdenes de deportación y posibles nuevas fases
Tras los arrestos, ICE procederá a activar, reactivar o acelerar los procesos de expulsión correspondientes. En muchos casos, las órdenes de deportación estaban vigentes desde hace una década, pero no habían sido ejecutadas debido a demoras administrativas, recursos limitados o liberaciones posteriores a condenas estatales.
Las autoridades no descartan la realización de nuevas fases del operativo, así como una revisión más exhaustiva de órdenes de expulsión antiguas. La agencia también anticipó que continuará supervisando cárceles locales y estatales para detectar casos adicionales de reincidencia.
Reacciones en las comunidades inmigrantes y efectos colaterales
La redada ha provocado preocupación en comunidades inmigrantes de Florida, especialmente en Miami-Dade, Broward y Palm Beach, donde líderes comunitarios reportan un aumento del temor entre familias que tienen procesos migratorios pendientes. Aunque ICE insiste en que la operación se centró exclusivamente en individuos con historial delictivo grave, organizaciones proinmigrantes temen que estos operativos amplíen su alcance en futuros meses y afecten a personas sin antecedentes criminales.
Algunos abogados consultados por medios locales señalan que las redadas de alto perfil suelen generar detenciones colaterales y nuevas revisiones de casos menores.
Una operación que marca la agenda de seguridad en Florida
La Operación “Dirtbag” se posiciona como uno de los operativos más significativos del año en Florida y envía un mensaje claro de que las autoridades federales y estatales continuarán priorizando la detención y expulsión de inmigrantes considerados peligrosos. La administración de DeSantis reafirma su línea de endurecimiento migratorio, mientras ICE anticipa nuevas acciones similares en los próximos meses.
El impacto en las comunidades inmigrantes, especialmente aquellas con alta presencia latinoamericana y caribeña, será un tema de debate creciente en el contexto político y social del estado.





