
La noche del martes dejó una escena histórica en buena parte de Estados Unidos. Auroras boreales, el fenómeno luminoso típico de regiones árticas, fueron visibles en lugares tan inusuales como Florida, Texas y Carolina del Norte, sorprendiendo a miles de residentes que jamás imaginaron ver un espectáculo de este tipo tan cerca del trópico.
El fenómeno fue consecuencia directa de una tormenta geomagnética severa (nivel G4), provocada por una eyección de masa coronal procedente del Sol, según confirmó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). La combinación de factores atmosféricos —cielos despejados, baja contaminación lumínica y la fuerza del viento solar— permitió que los habitantes del sur estadounidense contemplaran un evento rarísimo que suele limitarse a latitudes mucho más septentrionales.
@elprofedeltiempo 🚨 ¡Las Auroras Boreales están ahora mismo en Florida! 🌌 Hay algunos reportes de que son visibles incluso tan al sur como el centro de Florida con la cámara del teléfono celular. #northernlights #Florida #AurorasFlorida ♬ original sound – Rubén Capote Weather ⛈️
Florida: epicentro inesperado del espectáculo
En Florida, los reportes llegaron desde múltiples puntos del estado: Pensacola, Marianna, Crawfordville, Bryceville, Titusville y Orlando, donde el cielo nocturno se tiñó de tonos verdes, rosados y púrpuras visibles a simple vista. Fotógrafos aficionados y residentes publicaron cientos de imágenes en redes sociales, calificando la experiencia como “mágica”, “única” e incluso “espiritual”.
En la costa del Golfo, algunos testigos describieron cómo el horizonte se iluminó con un resplandor difuso que parecía provenir del mar, mientras en el centro del estado los colores parecían “olas danzantes” que se movían lentamente en el firmamento.
“No esperaba ver la aurora boreal desde el norte de Tallahassee esta noche”, comentó en X Wright Dobbs, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional. Acompañó su mensaje con una impresionante imagen de larga exposición, donde el cielo se teñía de un resplandor rojizo que destacaba con fuerza en el horizonte.
Un fenómeno explicado por la ciencia: el Sol en su máximo poder
El suceso no fue casualidad. Los científicos explican que el Sol se encuentra en su fase de máxima actividad dentro del ciclo solar de 11 años, lo que implica un aumento en el número de fulguraciones, manchas solares y eyecciones de masa coronal.
Estas erupciones liberan miles de millones de toneladas de plasma que, al interactuar con el campo magnético terrestre, producen las auroras boreales y australes. En esta ocasión, la energía solar fue tan intensa que las partículas cargadas penetraron hasta latitudes cercanas al Caribe.
La NOAA confirmó que la tormenta geomagnética alcanzó el nivel G4 (severa), la segunda categoría más alta en la escala, capaz de causar alteraciones en satélites, sistemas GPS, redes eléctricas y comunicaciones de radio. No obstante, en este episodio no se reportaron cortes significativos, aunque los observatorios espaciales mantuvieron una vigilancia constante sobre las posibles fluctuaciones magnéticas.
La misma tormenta geomagnética generó un fenómeno visible en amplias zonas del país, con avistamientos que se extendieron desde Kentucky e Indiana hasta Utah, Wyoming, Wisconsin y Colorado, e incluso alcanzaron regiones tan meridionales como Texas, Alabama y Georgia.
La otra cara del fenómeno: la fascinación ciudadana
En redes sociales, la etiqueta #AurorasEnFlorida se volvió tendencia nacional. Miles de usuarios compartieron imágenes y videos, desde fotógrafos profesionales hasta familias que salieron a sus patios a mirar el cielo. En las fotografías se apreciaba el impresionante espectáculo de luces desde distintos puntos de Florida, entre ellos Marianna, Crawfordville, Bryceville, Pensacola, Titusville e incluso tan al sur como Orlando.
Algunos meteorólogos locales organizaron transmisiones en vivo para explicar en tiempo real lo que ocurría, mientras observatorios como el Planetario de Tampa y el Frost Science Museum de Miami difundieron recomendaciones para quienes quisieran intentar capturar las luces con cámaras o teléfonos.
“Lo que vimos es un recordatorio de que el espacio y la Tierra están profundamente conectados”, comentó un astrónomo aficionado en Orlando. “El Sol no solo da vida: también pinta el cielo con energía pura”.
Impactos potenciales y advertencias técnicas
Aunque el espectáculo visual fue extraordinario, los expertos recordaron que tormentas de este tipo pueden tener efectos colaterales en infraestructuras tecnológicas. Las compañías eléctricas y de telecomunicaciones en EE.UU. fueron notificadas para aplicar medidas de prevención ante posibles sobrecargas electromagnéticas.
Según la NOAA, las tormentas G4 pueden provocar corrientes inducidas en líneas eléctricas, errores temporales en sistemas de posicionamiento global (GPS) y degradación de señales de radio de alta frecuencia utilizadas por aeronaves y embarcaciones.
En esta ocasión, los sistemas se mantuvieron estables, pero el organismo advirtió que podrían ocurrir nuevos episodios de actividad solar intensa en los próximos meses, dado que el ciclo solar aún no ha alcanzado su punto máximo.
Los astrónomos señalan que el Sol atraviesa actualmente la etapa más activa de su ciclo de 11 años, un periodo en el que las erupciones solares se vuelven más habituales y visibles. Este ciclo llega a su punto máximo cuando los polos magnéticos del Sol se invierten, un fenómeno que desencadena intensas alteraciones geomagnéticas en la Tierra.
Asimismo, esta oleada de auroras estuvo vinculada a varias erupciones solares originadas en un grupo particularmente activo de manchas solares. Aunque se esperaba una leve reducción en su intensidad, los especialistas decidieron mantener la alerta vigente hasta el 12 de noviembre.
Cómo observar una aurora boreal sin salir de casa
Los especialistas aconsejan a quienes deseen repetir la experiencia alejarse de las zonas urbanas, buscar cielos despejados y mirar hacia el norte entre las 10 p.m. y las 2 a.m., horas en que las partículas solares suelen interactuar con mayor intensidad.
Asimismo, sugieren usar modo nocturno o exposición prolongada en cámaras o celulares, pues las tonalidades más débiles suelen ser más visibles en las fotografías que a simple vista.
Mirando hacia el futuro
La NOAA no descarta nuevos eventos similares antes de finalizar el año. El incremento sostenido de la actividad solar podría volver a generar auroras visibles en estados donde este fenómeno es extremadamente raro, como Georgia, Alabama, Luisiana e incluso el norte de Cuba, si las condiciones atmosféricas lo permiten.
De confirmarse, sería la primera vez en más de 20 años que una aurora boreal se avista tan cerca del Caribe. Mientras tanto, los residentes de Florida ya guardan sus fotos como un recuerdo imborrable de una noche en la que el cielo tropical se vistió de norte y convirtió lo cotidiano en un momento histórico.





