De Cuba a la corona: la Miss Ecuador que conquista corazones en medio de la polémica

Gisselle Rosales Sánchez. Foto: Video de YouTube de Telemundo 51 Miami

La elección de Gisselle Rosales Sánchez, una joven nacida en Cuba y radicada en Ecuador desde hace más de dos décadas, como Miss Ecuador 2025, ha provocado un intenso debate que trasciende el ámbito de los certámenes de belleza. La nueva reina se convirtió en el centro de una discusión sobre lo que significa “ser ecuatoriano” en un país cada vez más diverso, donde la migración y la identidad cultural están en constante transformación.

Rosales, quien fue elegida el pasado fin de semana en un certamen transmitido en vivo, expresó su sorpresa ante la reacción pública: “Me ha sorprendido la ola de odio, sobre todo porque siempre he sentido el cariño y la acogida de este país”, declaró tras recibir la corona.


Su coronación provocó una avalancha de comentarios en redes sociales: mientras miles de usuarios celebraron su historia de superación y su ejemplo de integración, otros cuestionaron que una persona nacida fuera del territorio nacional ostente el título de “Miss Ecuador”.

De La Habana a Machala: una historia de integración

Gisselle Rosales llegó a Ecuador cuando tenía siete años, junto a su familia, en busca de una vida más estable. Creció en la ciudad de Machala, provincia de El Oro, donde estudió, trabajó y desarrolló su carrera como modelo y comunicadora. “Soy más machaleña que el bolón”, ha repetido en varias entrevistas, en alusión al popular platillo local que simboliza su sentido de pertenencia.

Su trayectoria combina la disciplina del modelaje con la participación en proyectos comunitarios y sociales. En 2023, el presidente de Ecuador firmó el Decreto Ejecutivo N.º 130, que le otorgó la nacionalidad ecuatoriana por “servicios relevantes al país”. Ese reconocimiento oficial consolidó su estatus legal y, para muchos, también su derecho a representar a Ecuador en el ámbito internacional.

De los prejuicios a la empatía: la respuesta de la nueva reina

Aunque la modelo reconoce que las críticas le dolieron, insiste en responder con serenidad y gratitud. “No guardo rencor. Entiendo que a veces la gente reacciona sin conocer la historia completa. Yo amo Ecuador, crecí aquí, y esta tierra me ha dado todo lo que soy”, afirmó en declaraciones reproducidas por medios locales.

Para sus seguidores, su historia refleja la realidad de miles de migrantes que han hecho de Ecuador su hogar, contribuyendo al desarrollo cultural y económico del país. Diversas figuras públicas, entre ellas periodistas, artistas y ex reinas de belleza, han salido en su defensa, calificando los ataques como “xenofóbicos e injustos”.


Más que una corona: una plataforma para servir

Gisselle asegura que su papel como Miss Ecuador va más allá de los desfiles y sesiones fotográficas. Su objetivo, dice, es usar su título como herramienta de cambio social. Entre sus prioridades está el impulso de programas de autoestima, oratoria y liderazgo juvenil, especialmente dirigidos a mujeres de bajos recursos. “No buscan simplemente una apariencia, una cara bonita, sino buscan alguien con compromiso, alguien con visión, tienes la oportunidad de llegar a muchísimas personas recibir ayuda y dar ayuda””, explicó.

Su agenda también incluye actividades de formación ambiental, salud mental y educación emocional, así como la promoción del turismo interno y la cultura ecuatoriana.

Rosales, de 21 años, combina sus estudios de Psicología entre clases presenciales y virtuales. Según contó, el proceso de obtener la nacionalidad representa un paso nuevo en su vida: “El tema nacionalidad es algo nuevo, y es un trámite que no se había hecho por temas económicos”, comentó.

Sin embargo, La recién coronada Miss Ecuador 2025 aclaró que, al momento de comenzar la competencia, ya había iniciado el proceso para obtener su nacionalidad ecuatoriana. “Yo lo dije a la organización y se encargó de comunicarle a las demás candidatas para evitar cualquier tipo de inconvenientes y entré cumpliendo las reglas”, agregó la cubana.

Rumbo a Japón: la misión de representar a Ecuador en el Miss International 2026

Como parte de su nuevo rol, Rosales representará a Ecuador en el certamen Miss International 2026, que se celebrará en Japón. Desde ya, la modelo ha comenzado un riguroso proceso de preparación que incluye clases de inglés y japonés, cultura general, expresión corporal y etiqueta internacional.

“Quiero que el mundo vea a una mujer ecuatoriana fuerte, agradecida y orgullosa de sus raíces, sin importar dónde nació”, expresó con emoción al confirmar su próxima participación.

Una conversación que va más allá de la belleza

La controversia en torno a la coronación de Gisselle Rosales ha puesto sobre la mesa un tema recurrente en América Latina: la identidad en tiempos de migración. En Ecuador, donde viven miles de ciudadanos extranjeros —venezolanos, cubanos, colombianos y peruanos, entre otros—, su historia se ha convertido en un símbolo del debate entre el nacionalismo y la integración.

Mientras algunos la ven como un ejemplo de inclusión y multiculturalidad, otros sostienen que los certámenes de belleza deben representar a “mujeres nacidas en el país”. Sin embargo, la legislación ecuatoriana no restringe la participación de naturalizados, lo que avala la legitimidad de su título.

Entre el amor y la polémica

Gisselle Rosales parece asumir con serenidad su papel en medio de la tormenta mediática. Su mensaje final, compartido en redes sociales para cubanos y ecuatorianos, resume su filosofía: “Muchísimas gracias también para todos ellos y por todo el amor y el apoyo porque yo en este certamen estoy segura de que no solo voy a representar a la tierra que me acogió si no a la tierra en la que nací”. 


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