El costo del combustible en Florida vuelve a dar un salto. Según el más reciente informe de la Asociación Americana del Automóvil (AAA), el precio promedio del galón de gasolina regular en el estado se situó en 3,04 dólares, tras un incremento de ocho centavos en una sola semana.
Aunque la cifra aún se mantiene por debajo del promedio nacional, la tendencia al alza despierta inquietud entre los conductores, sobre todo porque el precio actual es casi idéntico al registrado hace un año, cuando el galón costaba apenas siete centavos menos.
Un aumento que afecta a todo el estado
Los floridanos han visto cómo llenar el tanque se encarece gradualmente desde finales de septiembre. Los mayores incrementos se concentran en zonas turísticas y urbanas donde la demanda es más intensa. En West Palm Beach–Boca Ratón, el galón alcanza 3,22 dólares, el más alto del estado. En Naples, el promedio es de 3,12 dólares, mientras que Gainesville registra 3,10 dólares.
En contraste, los precios más bajos se mantienen en el noroeste de Florida, en Crestview–Fort Walton Beach y Pensacola, donde el galón se paga alrededor de 2,80 dólares. Estos márgenes de diferencia entre regiones reflejan no solo las variaciones locales en impuestos y logística de distribución, sino también la influencia del turismo y la densidad de estaciones de servicio.
En Miami, el precio de la gasolina se mantiene por debajo del promedio estatal, con el galón de regular rondando los $2.99, según los reportes más recientes. Sin embargo, las diferencias entre ciudades son notables, reflejando un panorama de precios dispares en todo el estado, donde algunos conductores pagan varios centavos más o menos por cada galón dependiendo de la zona.
“Cuando el margen de ganancia se reduce, los precios vuelven a subir y el ciclo se repite”, dijo el vocero de AAA, Mark Jenkins.
Florida frente a los precios nacionales
En comparación con otros estados, Florida continúa en un punto medio. El promedio nacional ronda los 3,26 dólares por galón, con extremos notables: California (4,64 USD) y Washington (4,53 USD) lideran la lista de los precios más altos, mientras que Oklahoma y Mississippi ofrecen las tarifas más bajas, con 2,65 USD.
Los expertos señalan que las condiciones del mercado energético mundial, sumadas a la variación en los impuestos estatales y locales, explican buena parte de estas diferencias.
Un mercado volátil marcado por el petróleo
El reciente descenso del precio del barril de crudo WTI, que cayó 59 centavos hasta situarse en 61,78 USD, no ha sido suficiente para detener el encarecimiento del combustible. Los inventarios de petróleo en Estados Unidos aumentaron en 1,8 millones de barriles, pero siguen siendo un 4 % inferiores al promedio de los últimos cinco años, un factor que genera presión sobre los precios.
El portavoz de la AAA, Mark Jenkins, explicó que la gasolina en Florida suele seguir un patrón cíclico. “Cuando los márgenes de ganancia de las estaciones se reducen, los precios tienden a subir para compensar las pérdidas, y luego bajan gradualmente hasta que el ciclo vuelve a repetirse”, indicó.
Estabilidad en los autos eléctricos
Mientras los conductores de vehículos de combustión enfrentan aumentos semanales, quienes optan por autos eléctricos disfrutan de cierta estabilidad. El costo promedio de la carga en estaciones públicas se mantiene en torno a 0,36 dólares por kilovatio-hora, sin variaciones significativas durante los últimos meses.
Aunque esta alternativa aún representa un porcentaje menor del parque automotor estatal, el crecimiento de las estaciones de carga y los incentivos federales han impulsado lentamente su adopción.
Factores estacionales y expectativas
Los analistas prevén que el precio de la gasolina podría seguir fluctuando en las próximas semanas. Con la llegada del otoño, la demanda suele moderarse, pero las festividades de fin de año, los viajes familiares y los factores internacionales —como las tensiones en los mercados petroleros de Oriente Medio o las decisiones de producción de la OPEP— pueden alterar nuevamente los precios.
Florida, además, se encuentra en una etapa de transición de mezcla de combustible, donde las refinerías ajustan la producción de gasolina de verano a la de invierno. Este proceso técnico, sumado a los costos de transporte y almacenamiento, puede generar aumentos temporales.
Impacto en los consumidores
Para muchos residentes, especialmente los que dependen del vehículo para trabajar o desplazarse largas distancias, el aumento representa un golpe adicional al presupuesto familiar. Según estimaciones de la AAA, el promedio mensual de gasto en combustible por conductor en Florida podría superar los 200 dólares si los precios se mantienen por encima de los tres dólares por galón.
Algunos economistas advierten que este tipo de incrementos también puede tener efectos secundarios en la economía local, elevando los costos de transporte de mercancías y afectando los precios de productos básicos en supermercados y servicios de entrega.
Aunque Florida no figura entre los estados con la gasolina más cara del país, el repunte actual confirma que los precios se acercan nuevamente a los niveles del año pasado. La estabilidad dependerá de factores globales y de la evolución de la demanda interna en los próximos meses. Por ahora, los automovilistas floridanos deberán prepararse para mantener el tanque lleno a un costo similar —o ligeramente superior— al de 2024.