¿Gobierno cerrado? Así afecta el colapso político a trabajadores, viajeros y programas sociales

Congreso de Estados Unidos. Foto: ungvar / Shutterstock.com

El gobierno federal de Estados Unidos ha cesado operaciones parcialmente tras el fracaso del Congreso en aprobar un nuevo presupuesto antes de la fecha límite. La falta de consenso entre republicanos y demócratas ha desencadenado un nuevo «shutdown» que amenaza con extenderse durante semanas y cuyas consecuencias ya se sienten en todo el país.

Este cierre gubernamental afecta tanto a trabajadores como a ciudadanos que dependen de servicios clave. Desde el transporte aéreo hasta los programas de ayuda social, el impacto es amplio, complejo y profundamente desigual.


Más de 750,000 empleados federales sin sueldo

Alrededor del 40% de la fuerza laboral federal, lo que representa unas 750,000 personas, ha sido enviada a casa sin goce de sueldo. Solo los empleados clasificados como «esenciales» continúan en sus puestos, pero sin recibir salario mientras dure el cierre.

Entre los organismos más golpeados están el Departamento de Defensa (con más de 330,000 civiles suspendidos), el Departamento de Salud, el de Comercio, el Departamento de Estado y la NASA. Algunos trabajadores ya han comenzado a buscar empleos temporales o «segundos trabajos», como ocurrió en cierres anteriores.

Los esenciales siguen trabajando, pero sin paga

Controladores de tráfico aéreo, agentes de seguridad en aeropuertos, personal médico en hospitales federales, agentes de inmigración y patrulleros fronterizos continúan desempeñando sus funciones. Sin embargo, lo hacen sin cobrar un solo dólar hasta que se resuelva el conflicto presupuestario.

En cierres pasados, como el de 2018-2019, miles de empleados esenciales comenzaron a reportarse enfermos, provocando demoras generalizadas en aeropuertos y afectando el funcionamiento de los servicios más críticos.

De acuerdo con cifras citadas por CBS News, socio informativo de la BBC en territorio estadounidense, son cinco las agencias del gobierno que concentran el mayor número de empleados enviados a licencia sin sueldo.


  • Departamento de Defensa (personal civil): 334.904 suspendidos, 406.573 retenidos
  • Departamento de Salud: 32,460 suspendidos, 47,257 retenidos
  • Departamento de Comercio: 34,711 suspendidos, 8,273 retenidos
  • Departamento de Estado: 16,651 suspendidos, 10,344 retenidos
  • NASA: 15.094 suspendidos, 3.124 retenidos

Viajes, pasaportes y turismo bajo presión

Los aeropuertos podrían enfrentar colas más largas y demoras debido a la posible escasez de personal en seguridad y control aéreo. La emisión de pasaportes y visas también podría ralentizarse, afectando a ciudadanos con planes de viajar al extranjero.

Los Parques Nacionales, que en anteriores cierres permanecieron abiertos, pero sin personal, podrían volver a ser escenario de vandalismo y descontrol. Durante el shutdown de 2019, se reportaron daños en zonas protegidas, basura acumulada y saqueos en sitios históricos.

Un grupo integrado por más de cuarenta antiguos responsables del sistema de parques instó a la Casa Blanca a decretar el cierre total de estas áreas en el escenario de un “shutdown”. «No dejamos museos abiertos sin curadores, ni aeropuertos sin controladores de tráfico aéreo, y no debemos dejar nuestros parques nacionales abiertos sin trabajadores del Servicio de Parques Nacionales», explicó Emily Thompson, de la Coalición para Proteger los Parques Nacionales de Estados Unidos.

El Zoológico Nacional, administrado por el Smithsonian, continuará alimentando a los animales, pero ha suspendido sus cámaras web bajo el argumento de que no son esenciales, esto quiere decir que los visitantes no podrán observar lis elefantes, osos pandas y ratas topo desnudas. Los museos del Smithsonian seguirán abiertos unos días más, gracias a fondos remanentes.

Programas sociales en riesgo de colapso

Medicare y Medicaid, programas de salud para adultos mayores y personas de bajos ingresos, seguirán operando, pero la falta de personal podría generar retrasos en atención y trámites.

Programas de nutrición como WIC, que asiste a mujeres embarazadas y niños pequeños, podrían quedarse sin fondos en cuestión de días. El programa SNAP, antes conocido como cupones de alimentos, tiene reservas para operar temporalmente, pero también corre riesgo si el cierre se prolonga.

Además, el cierre del Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones podría retrasar la aprobación de hipotecas en zonas de riesgo, y FEMA podría ver comprometida su capacidad de respuesta ante desastres si su fondo de emergencia se agota.

Contratistas, científicos y proyectos congelados

Miles de contratistas que trabajan para agencias federales también han perdido sus ingresos. A diferencia de los empleados públicos, estos trabajadores rara vez reciben pagos retroactivos, lo que profundiza la desigualdad económica en un shutdown.

Agencias como los CDC y los Institutos Nacionales de Salud han comenzado a suspender investigaciones médicas y ensayos clínicos. Esto afecta directamente a proyectos relacionados con enfermedades crónicas, desarrollo de vacunas y preparación ante futuras emergencias sanitarias.

El Congreso sigue cobrando

Pese al cierre, los miembros del Congreso siguen recibiendo su salario con normalidad, debido a una disposición constitucional. La situación ha sido fuertemente criticada, ya que los legisladores responsables del estancamiento presupuestario permanecen ajenos a sus consecuencias económicas.

La secretaria de Seguridad Nacional advirtió que más de 200,000 agentes de la ley trabajarán sin paga, mientras que senadores y representantes continuarán cobrando sus sueldos sin interrupciones.

El correo no se detiene

El Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) es una de las pocas instituciones que no se ve afectada por el cierre. Al financiarse con sus propios ingresos, y no depender del presupuesto federal, continuará prestando servicios de forma habitual. Las oficinas de correos permanecen abiertas, y el reparto de cartas y paquetes no sufrirá interrupciones, al menos en el corto plazo.

Un conflicto político con consecuencias humanas

Este nuevo cierre pone en evidencia las fallas estructurales del sistema presupuestario estadounidense y la creciente polarización en el Congreso. Mientras el desacuerdo político se intensifica, los efectos reales recaen sobre millones de ciudadanos comunes: familias trabajadoras, comunidades vulnerables, científicos, viajeros y pequeños negocios.

No es la primera vez que ocurre un cierre, pero cada vez que se repite, el costo humano y económico se profundiza. Y aunque los trabajadores federales han recibido pagos retroactivos en el pasado, los contratistas y sectores más frágiles rara vez logran recuperarse.


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