
El oriente cubano experimenta desde este viernes un notable incremento de la nubosidad y las precipitaciones debido a la aproximación de una onda tropical activa, que avanza sobre aguas del Caribe con dirección hacia la región oriental de la isla.
El Instituto de Meteorología (INSMET) informó que en las próximas horas las condiciones del tiempo podrían deteriorarse mucho más y los acumulados de lluvia podrían alcanzar entre 50 y 100 milímetros, con posibilidades de superar esos registros en localidades aisladas, especialmente en áreas montañosas y de difícil drenaje, de acuerdo con el criterio del meteorólogo cubano Raydel Ruisánchez .
Las lluvias estarán acompañadas de tormentas eléctricas, ráfagas de viento y un aumento progresivo del oleaje en zonas costeras del litoral sur oriental.
«En el oriente del país, se está incrementando la nubosidad junto con la actividad de chubascos, lluvias y tormentas eléctricas. Esta situación persistirá durante los próximos días a medida que el sistema se desplace hacia el norte, sobre las Bahamas, donde se formará un centro más definido, dando lugar a una depresión o tormenta tropical», destaca la publicación de Facebook.
Un sistema bajo vigilancia internacional
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) ha designado este disturbio como “AL94”, y le otorga un 80 % de probabilidades de convertirse en depresión o tormenta tropical en 48 horas, cifra que se eleva al 90 % para los próximos siete días. Aunque la trayectoria futura aún no se define con claridad, los meteorólogos coinciden en que el mayor peligro inmediato para Cuba está en las lluvias intensas que podrían generar inundaciones súbitas y deslizamientos de tierra.
El sistema se encuentra actualmente sobre La Española (República Dominicana y Haití), ejerciendo ya influencia directa sobre Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.
Aviso Especial y medidas de prevención
El INSMET emitió un Aviso Especial que abarca desde Camagüey hasta Guantánamo, mientras que la Defensa Civil de Cuba exhortó a reforzar la vigilancia en comunidades vulnerables. Las autoridades recordaron que los suelos de varias provincias se encuentran saturados tras semanas de lluvias intermitentes, lo que aumenta el riesgo de desbordamientos de ríos, afectación de viviendas precarias y daños en la infraestructura agrícola.
En ciudades como Santiago de Cuba y Bayamo, los gobiernos locales han orientado la limpieza de drenajes, el monitoreo de presas y la preparación de centros de evacuación. También se recomendó a la población evitar desplazamientos innecesarios, proteger bienes materiales y mantenerse informada a través de los partes oficiales.
Septiembre y la temporada de huracanes
El Caribe vive actualmente la fase más activa de la temporada ciclónica, que se extiende hasta el 30 de noviembre. Estadísticas de la Organización Meteorológica Mundial señalan que septiembre concentra el mayor número de tormentas y huracanes del Atlántico, lo que aumenta la preocupación sobre un posible impacto en Cuba.
El año pasado, eventos como el huracán Idalia en el occidente cubano y las fuertes lluvias asociadas a ondas tropicales en el oriente provocaron pérdidas millonarias en la agricultura, afectaciones en el sistema eléctrico y más de 25 000 evacuados en todo el país.
Un desafío para comunidades vulnerables
El nuevo episodio meteorológico llega en un contexto económico complejo. Muchas comunidades del oriente dependen de la agricultura y presentan infraestructuras debilitadas, lo que las hace más vulnerables a inundaciones y deslaves. La combinación de viviendas precarias, limitaciones en el acceso a servicios básicos y deficiencias en las redes de drenaje incrementa el nivel de riesgo.
Los expertos señalan que, incluso si el sistema no alcanza categoría ciclónica, el impacto de las lluvias intensas puede ser devastador en zonas bajas y rurales.
En espera de la evolución de “AL94”
Por ahora, las autoridades cubanas insisten en la prevención como principal herramienta. Aunque el futuro del sistema aún no está definido, la vigilancia meteorológica es constante y la población oriental se prepara para enfrentar un fin de semana de intensas lluvias.
El mensaje oficial es claro: no subestimar la situación y actuar con prudencia. Como recordaron especialistas del INSMET, “la lluvia, aunque no siempre se acompañe de huracanes, puede causar tantos o más daños que un ciclón”.