
El presidente Donald Trump denunció haber sido víctima de un “sabotaje triple” en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York. Según su relato, la escalera mecánica que utilizaba junto a su esposa Melania se detuvo repentinamente, su teleprompter dejó de funcionar mientras pronunciaba su discurso, y además afirmó que el sonido del evento estuvo “completamente apagado”.
En imágenes difundidas desde el canal de YouTube de Associated Press se puede observar cómo Trump y su esposa se dirigen hacia la sala donde se encuentran los jefes de estado que participan en la Asamblea General de la ONU y justamente antes de pisar el primer escalón de la escalera esta se detuvo los que obligó a subir la misma por sí mismos.
El expresidente convirtió un contratiempo técnico en un momento de humor político. Al inicio de su discurso en Naciones Unidas, Trump observó que el teleprompter no respondía y bromeó: «Solo puedo decir que quienquiera que esté operando este teleprompter está en un gran problema». La salida generó una reacción inmediata de risas entre los delegados, mostrando cómo el líder aprovechó la falla para conectar con la audiencia.
La versión oficial de la ONU
Desde Naciones Unidas, las explicaciones fueron distintas. Funcionarios del organismo señalaron que la escalera se detuvo porque un camarógrafo de la delegación estadounidense activó sin querer un mecanismo de seguridad diseñado para prevenir accidentes. Respecto al teleprompter, aclararon que su manejo estaba a cargo del personal de la Casa Blanca, lo que apunta a que la falla pudo tener origen en el propio equipo de Trump.
Este contraste de versiones refleja la distancia entre la narrativa política del presidente y la postura institucional de la ONU, que busca presentar los hechos como accidentes técnicos sin mayor relevancia.
Críticas directas al organismo internacional
Más allá de los incidentes, el discurso de Trump estuvo cargado de críticas. El mandatario acusó a Naciones Unidas de ofrecer “palabras vacías” en lugar de acciones efectivas frente a las crisis globales, reforzando su postura de escepticismo hacia la utilidad del organismo.
«Todo lo que recibí de las Naciones Unidas fue una escalera mecánica que, en el camino hacia arriba, se detuvo justo en el medio. Si la primera dama no estuviera en buena forma, se habría caído. Estas son las dos cosas que obtuve de las Naciones Unidas: una escalera mecánica defectuosa y un teleprompter defectuoso», explicó Trump.
En Truth Social también lanzó dardos contra el organismo internacional negando que los incidentes se trataran de una coincidencia. «Una verdadera desgracia tuvo lugar ayer en las Naciones Unidas: ¡no uno, ni dos, sino tres eventos muy siniestros! Esto no fue una coincidencia, fue un triple sabotaje en la ONU. Deberían avergonzarse de sí mismos», escribió el magnate.
Estas declaraciones se enmarcan en un historial de confrontaciones. Durante su presidencia, Trump se ha propuesto recortar significativamente las contribuciones financieras estadounidenses a proyectos internacionales.
Karoline Leavitt en la misma red social le dio la razón a Trump en el sentido de que se tomaran medidas con los posibles implicados. «Si alguien en la ONU detuvo intencionalmente la escalera mecánica mientras el presidente y la primera dama pisaban, debe ser despedido e investigado de inmediato».
En redes sociales, Leavitt citó una nota del Times de Londres que recogía comentarios jocosos de empleados de Naciones Unidas, quienes habrían sugerido detener las escaleras mecánicas para luego atribuirlo a la falta de recursos. Pese a la anécdota, no hay pruebas de que el personal de la ONU llevara a cabo tal acción.
Posteriormente, el secretario de prensa declaró a Fox News que el Servicio Secreto había iniciado una investigación sobre lo ocurrido, señalando al presentador Jesse Watters que “no me parece una coincidencia”. Una fuente federal confirmó a CBS News que la pesquisa se centra en el fallo de las escaleras mecánicas.
Contexto político y electoral
Los incidentes ocurren en un momento clave para Trump, quien busca consolidar su narrativa de líder que desafía a las instituciones multilaterales y que, según él, defiende los intereses de Estados Unidos frente a lo que califica como burocracias ineficientes y costosas. Analistas señalan que la denuncia de “sabotaje” se inserta en su estrategia de reforzar la percepción de que existe un sistema internacional y mediático en su contra.
Reacciones divididas
Mientras sus partidarios respaldaron su versión y expresaron sospechas de un ataque planificado para humillarlo en un escenario global, críticos de Trump consideran que los problemas técnicos fueron magnificados para alimentar su discurso político. La oposición sostiene que se trata de incidentes comunes en eventos masivos, pero que el mandatario los utiliza para presentarse como víctima de conspiraciones.
«Una investigación posterior, incluida una lectura de la unidad central de procesamiento de la máquina, indicó que la escalera mecánica se había detenido después de que se activara un mecanismo de seguridad incorporado en el escalón del peine en la parte superior de la escalera mecánica», dijo Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU.
Agregó además que las escaleras mecánicas cuentan con un mecanismo de seguridad cuyo propósito es evitar que algún objeto o persona quede atrapado y genere daños en el engranaje. El camarógrafo puede haber activado inadvertidamente la función de seguridad descrita anteriormente», concluyó
Un patrón de confrontación con organismos multilaterales
Lo ocurrido en la ONU es consistente con la trayectoria de Trump frente a instituciones internacionales. Durante su mandato cuestiona la validez de tratados comerciales, desacredita acuerdos climáticos como el de París y ha llegado a calificar a la OTAN de “obsoleta”, aunque luego moderó sus críticas bajo presión de sus asesores militares.
Estos choques constantes han dejado a Estados Unidos en una posición ambivalente: por un lado, mantiene su peso como potencia global; por el otro, proyecta una imagen de distanciamiento y desconfianza hacia organismos que durante décadas habían contado con el respaldo estadounidense.
El episodio en la ONU va más allá de simples fallas técnicas: se ha convertido en un símbolo del estilo político de Trump, basado en la confrontación, la denuncia y la victimización estratégica. Aunque la ONU ofreció explicaciones técnicas, el presidente logró transformar un incidente logístico en un argumento político para reforzar su mensaje de que tanto organismos internacionales como parte del sistema político actúan en su contra.
Este tipo de choques anticipa que la relación entre Washington y Naciones Unidas podría volver a tensarse, marcando un contraste con administraciones previas que apostaron por la cooperación multilateral.