Condado de Miami-Dade aprueba presupuesto millonario sin subir impuestos, pero con sacrificios sociales

Comisionado de Miami-Dade. Foto: Video de YouTube de Univisión Miami

El condado de Miami-Dade aprobó, tras horas de intensas discusiones, un presupuesto de 12.900 millones de dólares para el año fiscal 2025-2026. La alcaldesa Daniella Levine Cava celebró que se alcanzara un consenso que permite evitar un aumento en los impuestos a la propiedad y en las tarifas del transporte público, aunque advirtió que fue necesario realizar ajustes significativos en otras áreas.

La sesión estuvo marcada por reclamos ciudadanos, protestas de organizaciones culturales y tensiones entre los comisionados, que buscaban proteger sectores prioritarios sin profundizar el déficit que enfrentaba el condado.


“Hoy, los comisionados del condado aprobaron mi propuesta de presupuesto para el año fiscal 2025-26, que protege servicios esenciales como la seguridad pública, el transporte público y los parques, a la vez que mantiene baja la tasa impositiva», afirmó Levine-Cava. Mientras que el comisionado Roberto González agregó: “Fuimos de un déficit de 402 millones de dólares (…) tuvimos que poner presión para que financiara la policía, los bomberos y servicios de residentes”.

El desafío del déficit

El presupuesto partió de un escenario complejo: un déficit estimado en 400 millones de dólares. Para cubrirlo, las autoridades recurrieron a recortes, reestructuraciones y uso de fondos de reserva. El dilema central fue cómo equilibrar las cuentas sin afectar gravemente los servicios básicos ni aumentar la carga fiscal de los residentes.

Entre las medidas adoptadas destaca la eliminación de la Oficina de Nuevos Americanos, una dependencia que brindaba orientación a inmigrantes en temas legales y de integración social. Su cierre fue uno de los puntos más polémicos del plan, especialmente en un condado donde casi el 70% de la población es de origen extranjero.

Impuestos y tarifas: alivio para algunos, aumentos para otros

El presupuesto mantiene sin cambios la tasa de impuestos prediales (property tax rate), lo que supone un alivio para propietarios de viviendas y negocios en un contexto de encarecimiento de la vida en el sur de Florida.

Asimismo, se evitó el aumento de 50 centavos en el pasaje del transporte público, inicialmente previsto. Para cubrir ese déficit, se utilizaron fondos de reserva, una decisión que fue aplaudida por usuarios frecuentes de Metrorail y autobuses, pero que abre interrogantes sobre la sostenibilidad a mediano plazo.


En contraste, se aprobaron incrementos en servicios básicos como la tarifa del agua que subirá un 4% y el servicio de recolección de basura que costará unos 5 dólares más por hogar.

Servicios esenciales protegidos

Pese a los recortes, la administración subrayó que se protegieron servicios esenciales como la seguridad pública, con fondos para policía y bomberos, así como el mantenimiento de parques y programas comunitarios.

En materia cultural y social, la presión ciudadana resultó decisiva. Tras múltiples protestas, el condado restauró parcialmente los fondos para programas de arte, cultura y organizaciones comunitarias, que habían quedado en riesgo de desaparecer.

Sin embargo, algunos servicios recreativos sí sufrieron ajustes. Entre ellos, la eliminación de salvavidas en piscinas públicas, medida que generó cuestionamientos sobre la seguridad, especialmente en comunidades con alta presencia de niños y jóvenes.

Participación ciudadana y reclamos comunitarios

El proceso de aprobación incluyó más de 20 audiencias públicas, donde vecinos y representantes de organizaciones manifestaron sus preocupaciones. Estos foros fueron determinantes para que se reconsideraran algunos recortes y se preservaran programas culturales y de adultos mayores.

No obstante, la percepción general entre activistas comunitarios es que los sacrificios recaen de manera desproporcionada sobre las comunidades más vulnerables, que pierden servicios clave de apoyo social.

Reacciones encontradas

La alcaldesa Levine Cava defendió el presupuesto como un “ejercicio de responsabilidad fiscal”, asegurando que se logró mantener un balance entre las necesidades de los residentes y la estabilidad financiera del condado.

Pero para líderes comunitarios y parte de la oposición, el cierre de la Oficina de Nuevos Americanos y la reducción de ciertos programas representan un retroceso en la política de integración social y en el apoyo a sectores desfavorecidos.

Un equilibrio frágil

El presupuesto aprobado refleja el delicado balance que enfrentan las autoridades locales: responder a la presión ciudadana para no subir impuestos, garantizar servicios esenciales y, al mismo tiempo, cubrir un déficit multimillonario.

Aunque el acuerdo permite al condado comenzar el nuevo año fiscal con finanzas más estables, los recortes dejan abiertas tensiones que probablemente volverán al debate político en los próximos meses, especialmente de cara a la próxima temporada electoral y a la sostenibilidad de los servicios comunitarios.


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