El presidente Donald Trump ha interpuesto una demanda contra The New York Times y dos de sus periodistas, a quienes acusa de difamación por la publicación de artículos que, según sostiene, afectaron gravemente su reputación personal, la de su familia, sus negocios y su movimiento político “Make America Great Again” (MAGA). La querella también incluye a la editorial Penguin Random House, responsable de un libro que reproduce afirmaciones que Trump considera falsas y perjudiciales.
Reclamo multimillonario
Trump en el documento legal de 85 páginas reclama 15.000 millones de dólares en daños compensatorios, además de una suma punitiva aún no determinada por el tribunal según explicó en su cuenta de Truth Social. La cifra, inusualmente elevada, busca reflejar la magnitud del perjuicio económico y moral que, según el exmandatario, han causado las publicaciones.
“El Times ha estado mintiendo sobre vuestro presidente favorito (¡YO!), mi familia, mi negocio, el movimiento America First, y nuestra nación en su conjunto”, escribió el magnate neoyorquino.
El equipo legal del presidente sostiene que los reportajes y el libro señalados forman parte de una campaña de desprestigio destinada a minar sus aspiraciones políticas y su liderazgo dentro del Partido Republicano.
Los periodistas señalados
Entre los mencionados en la demanda figuran los reporteros Russ Buettner y Susanne Craig, reconocidos por sus investigaciones sobre las finanzas de Trump. Ambos periodistas han publicado en los últimos años reportajes sobre el pago de impuestos del expresidente, el manejo de sus empresas y presuntas irregularidades en su imperio inmobiliario.
Según Trump, esos textos no solo habrían dañado su imagen pública, sino que también lo vinculan con delitos financieros de manera “falsa y maliciosa”.
Acusaciones contra el periódico
Trump acusa al New York Times de actuar como “vocero del Partido Demócrata” y de influir ilegalmente en la política estadounidense, al ofrecer cobertura favorable a Kamala Harris, actual candidata presidencial demócrata. En palabras del propio Trump, el diario habría pasado de informar a “hacer campaña política disfrazada de periodismo”.
El papel de Penguin Random House
La editorial Penguin Random House también es señalada en la demanda por haber publicado un libro que, de acuerdo con Trump, recopila y amplifica las supuestas difamaciones difundidas por el New York Times. El expresidente considera que el volumen constituye “una extensión editorial de la campaña de acoso mediático” contra él.
Respuesta del New York Times
El periódico reaccionó calificando la demanda como “infundada” y afirmó que se trata de un intento de silenciar al periodismo independiente. En un comunicado oficial, el medio sostuvo que defenderá a sus reporteros y que sus investigaciones cumplen con estándares profesionales de rigor periodístico.
Antecedentes: Trump contra la prensa
El enfrentamiento de Trump con los grandes medios no es nuevo. Durante su presidencia (2017-2021), mantuvo una relación conflictiva con la prensa, a la que solía catalogar de “fake news”. En 2022 demandó a CNN por difamación, acusando a la cadena de compararlo con dictadores y de manipular la cobertura electoral. Aunque esa demanda no prosperó, reflejó una estrategia constante: llevar a los tribunales a los medios que cuestionan su imagen.
El presidente ya había mostrado en 2024 su disposición a litigar contra la prensa, con demandas dirigidas a 60 Minutes y CBS News bajo el argumento de un tratamiento electoral parcializado. En julio, extendió su ofensiva al Wall Street Journal, exigiendo 10.000 millones de dólares en compensación por un artículo que lo relacionaba con una misiva obscena enviada al financiero Jeffrey Epstein, hecho que Trump niega haber protagonizado.
Contexto legal y político
En Estados Unidos, las demandas por difamación de figuras públicas enfrentan un estándar legal alto, definido por el caso histórico New York Times vs. Sullivan (1964), que establece que un demandante debe demostrar “malicia real” (es decir, que el medio publicó información falsa con conocimiento de su falsedad o con desprecio temerario hacia la verdad).
Expertos señalan que, bajo este marco legal, la demanda de Trump enfrentará dificultades para prosperar. Sin embargo, el caso puede convertirse en un arma política y mediática en medio de una contienda electoral marcada por la polarización.
Posibles repercusiones
- En la prensa: El caso refuerza la tensión entre medios tradicionales y el presidente, con efectos en la percepción pública sobre la independencia periodística.
- En la política: Podría consolidar el discurso de Trump como víctima de una “campaña mediática” en su contra, movilizando a su base electoral.
- En lo legal: Aunque la viabilidad jurídica de la demanda es limitada, el proceso podría abrir nuevas discusiones sobre los límites de la libertad de prensa frente a la protección de la reputación.
Una batalla más en la guerra mediática de Trump
La demanda contra The New York Times no solo representa un enfrentamiento legal, sino también un capítulo más en la estrategia política del expresidente, que ha hecho de su choque con la prensa un elemento central de su narrativa.
Mientras los tribunales deciden si el caso avanza, el debate sobre la relación entre poder político, libertad de expresión y periodismo crítico se intensifica en la sociedad estadounidense.