Trump revive la “carga pública” y miles de solicitudes de residencia en EE.UU podrían verse en riesgo

La administración del presidente Donald Trump ha dado un nuevo paso en su política de línea dura contra la inmigración al endurecer la aplicación de la regla de “carga pública”, una disposición que permite al gobierno negar la residencia permanente a quienes se considere que podrían depender de ayudas estatales para subsistir.

La medida, anunciada en septiembre de 2025 por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), revive viejas tensiones en comunidades inmigrantes que ya habían respirado con alivio tras su revocación parcial durante la presidencia de Joe Biden.


Qué significa la regla de “carga pública”

La regla se utiliza como filtro para evaluar si un inmigrante puede convertirse en una “carga” para el país, en otras palabras, un individuo que sostiene su vida diaria gracias, en gran medida, al apoyo del estado. Entre los factores analizados ahora con mayor rigor se encuentran la edad, la salud, el nivel educativo, los ingresos y el empleo. Solicitantes con enfermedades crónicas, sin acceso a seguro médico o en edades consideradas poco productivas pueden ser penalizados.

Los ingresos insuficientes, la falta de estabilidad laboral o un bajo nivel educativo también aumentan el riesgo de rechazo. Además, se tomará en cuenta si el solicitante ha recibido ayudas públicas como Medicaid, cupones de alimentos (SNAP) o asistencia en vivienda. Los patrocinadores, por su parte, deberán demostrar de manera más sólida su capacidad económica, con pruebas que vayan más allá de la tradicional Declaración Jurada de Apoyo.

Impacto en las comunidades inmigrantes

Los expertos advierten que miles de solicitudes de residencia permanente podrían verse comprometidas. Las familias de bajos ingresos, los recién llegados cubanos en el sur de la Florida y los adultos mayores patrocinados por familiares figuran entre los grupos más vulnerables. En Miami-Dade, abogados de inmigración han alertado que esta política podría agravar la desigualdad y dejar a muchas familias en un limbo legal, sin acceso a servicios básicos y con miedo a ser rechazados por las autoridades migratorias.

Un péndulo político: de Obama a Biden y de vuelta a Trump

La aplicación de la “carga pública” ha cambiado con cada administración. Durante el gobierno de Barack Obama, la norma existía pero se aplicaba de manera limitada. Con Donald Trump en 2017 se amplió y se convirtió en un eje de su política migratoria restrictiva, generando protestas y demandas judiciales.


Joe Biden, en 2022, eliminó la versión más estricta para evitar que los inmigrantes renunciaran a servicios esenciales por temor a ser penalizados. El regreso de Trump al poder en 2025 supone la reinstalación de un esquema endurecido que refuerza el espíritu de exclusión de su primera gestión.

Hoy, con Trump nuevamente en la Casa Blanca, la balanza se inclina otra vez hacia el lado opuesto, lo que abre un escenario de inseguridad para miles de familias inmigrantes, entre ellas muchas cubanas, que temen quedar sometidas a un sistema más severo y restrictivo.

Consecuencias sociales y económicas

La medida podría afectar la salud pública, ya que muchos inmigrantes podrían evitar hospitales, programas de vacunación o atención preventiva por temor a poner en riesgo sus trámites migratorios. También tendría repercusiones económicas, especialmente en estados como Florida, donde la fuerza laboral inmigrante sostiene sectores clave como la construcción, la hostelería y los servicios. Además, se espera un incremento en la presión sobre organizaciones comunitarias y abogados de inmigración, que recibirán más consultas y casos complejos.

Qué recomiendan los expertos

Los especialistas aconsejan que los solicitantes se presenten con un patrocinador cuyos ingresos superen con claridad las guías federales de pobreza. También es fundamental aportar documentación sólida como contratos laborales, historial de pagos de impuestos, pólizas de seguro médico y pruebas de solvencia económica. Evitar depender de programas públicos durante el proceso y buscar asesoría legal especializada son pasos clave para reducir el riesgo de rechazo.

Incertidumbre y debate político

La reinstauración de esta política ha abierto un intenso debate en el Congreso y en la opinión pública. Mientras los defensores sostienen que protege los recursos del Estado, críticos y organizaciones de derechos civiles la califican de mecanismo discriminatorio que penaliza la pobreza y golpea desproporcionadamente a comunidades latinas, cubanas y centroamericanas en Estados Unidos.

Con la campaña presidencial en marcha, la medida fortalece el discurso de Trump sobre una inmigración selectiva y basada en méritos, pero también anticipa nuevos enfrentamientos políticos y judiciales en los próximos meses.

El endurecimiento de la regla de “carga pública” marca un giro en la política migratoria estadounidense y coloca a miles de familias en un escenario de incertidumbre legal y social. Aunque algunos sectores la celebran como un mecanismo de control, otros advierten que puede tener consecuencias humanas y económicas profundas, en especial en estados con alta concentración de inmigrantes como Florida.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *