
Un colapso eléctrico que paraliza al país
A las 9:14 de la mañana de este martes 10 de septiembre de 2025, toda Cuba quedó sumida en la oscuridad tras el fallo de una de sus principales centrales eléctricas. El corte provocó la caída de la red nacional y generó también interrupciones en internet y la telefonía móvil, afectando la comunicación dentro y fuera de la isla.
La Embajada de Estados Unidos en La Habana reaccionó rápidamente con una alerta de seguridad dirigida a los ciudadanos estadounidenses residentes o de visita en Cuba, en la que instó a tomar medidas preventivas y mantenerse informados ante la posibilidad de cortes prolongados. El avis se publicó en el perfil de Facebook de la sede diplomática en la isla donde se brindó un conjunto de informaciones y recomendaciones.
Recomendaciones de la Embajada
La misión diplomática pidió a los ciudadanos seguir los canales oficiales de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) y medios locales para obtener actualizaciones. También sugirió acciones prácticas de preparación para estos casos como mantener cargados los dispositivos móviles y las baterías portátiles, disponer de linternas y baterías de repuesto, almacenar agua y alimentos no perecederos, prever métodos alternativos para equipos médicos dependientes de electricidad e inscribirse en el Programa STEP (Smart Traveler Enrollment Program) en step.state.gov, para recibir notificaciones directas de la embajada.
Un sistema eléctrico al borde del colapso
La crisis energética en Cuba no es nueva. Desde octubre de 2024, los cubanos han sufrido apagones casi diarios debido a la obsolescencia del sistema, la falta de mantenimiento y la escasez crónica de combustible. La UNE ha reconocido repetidamente que las centrales termoeléctricas operan con márgenes mínimos de seguridad y sin piezas de repuesto suficientes.
El apagón de este martes confirma la fragilidad de la infraestructura eléctrica, que ha sido señalada por expertos como un factor que agrava la crisis económica y social que atraviesa el país. El primer ministro Manuel Marrero Cruz estuvo acompañado de los principales funcionarios de la unión Eléctrica horas después del colapso y lanzó un mensaje a los cubanos cargado de cinismo político. “Tenemos la confianza en todos los trabajadores y cuadros y que se va a recuperar en el tiempo mínimo indispensable”.
Desfase con la realidad
El mensaje transmite una seguridad que contrasta con la experiencia cotidiana de los cubanos. La isla atraviesa apagones masivos y prolongados, como el ocurrido este 10 de septiembre de 2025, cuando colapsó toda la red eléctrica nacional. A ello se suma una inflación descontrolada que encarece productos básicos, un déficit crónico de alimentos y medicinas y una pobreza creciente que, según informes independientes, afecta a la gran mayoría de la población.
En este contexto, la idea de una recuperación “en el tiempo mínimo indispensable” resulta poco creíble, pues los problemas estructurales del sistema eléctrico, la falta de combustible y la caída productiva llevan años acumulándose sin soluciones efectivas.
Uso de retórica oficialista
La frase se enmarca en el discurso repetitivo del oficialismo cubano, que apela a la confianza en los trabajadores y cuadros como símbolo de resiliencia nacional. Sin embargo, evita ofrecer plazos concretos, planes verificables o medidas técnicas claras. Se trata de una fórmula propagandística que busca transmitir calma y disciplina, más que informar. El énfasis en la “confianza” y en un tiempo “mínimo indispensable” es vago y evasivo, dejando sin respuesta la pregunta central: ¿cómo y cuándo se resolverán los apagones y la crisis económica que los agrava?
Impacto en la población
El corte de energía no solo deja a la población sin electricidad, sino también sin acceso estable a internet y comunicaciones, lo que dificulta las operaciones comerciales, el transporte y la atención hospitalaria. Muchos centros médicos se apoyan en plantas de emergencia que dependen de combustible, un recurso también escaso en la isla. En redes sociales, ciudadanos han reportado colas improvisadas en estaciones de gasolina para abastecer generadores, así como comercios cerrados y transportes paralizados.
Reacciones y consecuencias
La alerta de la embajada estadounidense subraya la preocupación por la seguridad de sus ciudadanos, pero también refleja la magnitud de una crisis que afecta a toda la población. Organismos internacionales y grupos de la diáspora han denunciado en reiteradas ocasiones que los apagones se han convertido en una emergencia humanitaria, al impactar la alimentación, la salud y la educación en Cuba. Mientras tanto, el gobierno cubano guarda silencio sobre la duración del corte y los planes inmediatos de recuperación del servicio eléctrico.
Un escenario de incertidumbre
La combinación de apagones prolongados, falta de comunicación y crisis económica dibuja un panorama cada vez más incierto para los cubanos. Para los visitantes y ciudadanos extranjeros, la recomendación es clara: estar preparados para una interrupción de servicios que podría extenderse por días.