Cuba otra vez a oscuras: el sistema eléctrico vuelve a desplomarse tras la salida de la CTE Antonio Guiteras afectando a millones de personas

La vida en Cuba quedó paralizada la mañana de este 10 de septiembre de 2025, cuando un apagón general dejó sin electricidad a millones de personas en todo el país. Según confirmó la Unión Eléctrica (UNE), el colapso se produjo a las 9:14 a.m. por la salida imprevista de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la más grande e importante del país, ubicada en Matanzas.

El incidente no solo ha interrumpido la rutina diaria de los cubanos, sino que también ha vuelto a poner en evidencia el deterioro profundo y estructural del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).


La caída de la Guiteras y el efecto dominó

La CTE Antonio Guiteras, con capacidad para generar más de 300 MW, es considerada la columna vertebral de la red eléctrica cubana. Su desconexión abrupta provocó un “efecto dominó” en el SEN, dejando inoperantes las demás plantas, muchas de ellas ya sobrecargadas o en mantenimiento.

Fuentes técnicas señalaron que la termoeléctrica, con más de 30 años de explotación, funciona bajo condiciones extremas de desgaste, sin repuestos ni mantenimientos cíclicos adecuados, lo que convierte cada jornada de operación en una apuesta de alto riesgo.

Crisis energética estructural

El apagón de este miércoles no es un hecho aislado. El déficit de combustible, la obsolescencia tecnológica y la falta de financiamiento internacional han sumido al país en una crisis eléctrica prolongada. Más del 60 % de las termoeléctricas cubanas superan los 40 años de explotación, y muchas han sido reparadas de forma “emergente” con recursos improvisados. La propia UNE ha reconocido que el sistema carece de “márgenes de seguridad”, lo que significa que una sola falla puede desencadenar un apagón total, como ocurrió esta vez.

Impacto en la vida cotidiana

Los efectos inmediatos del corte eléctrico son devastadores para la población. Sin electricidad, se interrumpen las comunicaciones digitales, se dañan alimentos refrigerados, escasea el agua potable en edificios altos, se paraliza el transporte eléctrico y la población se ve obligada a cocinar con leña o carbón.

En redes sociales, numerosos cubanos reportaron que tuvieron que dormir en portales y espacios abiertos debido al intenso calor de septiembre, recordando las penurias de apagones anteriores. “Esto no es un accidente, es un patrón. Vivimos con miedo a que cualquier día vuelva el apagón nacional”, comentó un residente en La Habana en declaraciones a CiberCuba.


Malestar social en aumento

Los apagones recurrentes han incrementado la frustración social. En plataformas digitales como Facebook y X, muchos ciudadanos reclamaron falta de transparencia y soluciones reales. Algunos incluso advirtieron sobre el riesgo de protestas espontáneas, similares a las ocurridas en julio de 2021, cuando la falta de electricidad fue un detonante clave. La percepción general es que el Gobierno ofrece explicaciones técnicas, pero sin un plan convincente para resolver la crisis a mediano plazo.

La Unión Eléctrica (UNE) informó en la red social X sobre la visita del primer ministro Manuel Marrero Cruz al Despacho Nacional de Carga, en medio de la crisis energética que afecta a todo el país tras la imprevista desconexión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). un reporte de Cubadebate en su página de Facebook replicó la noticia y explicó que estaban tratando de solucionar los daños.

Según el reporte, Marrero se reunió con el director general de la UNE para evaluar la magnitud del fallo y coordinar junto a las máximas autoridades cubanas las acciones destinadas a restablecer el servicio eléctrico en la isla. La empresa estatal señaló que se trabaja de manera conjunta y urgente para acelerar la recuperación, aunque no se precisó un cronograma concreto ni las causas iniciales del colapso.

Antecedentes recientes

Este no es el primer fallo masivo del SEN en 2025. Durante el verano ya se habían registrado apagones prolongados debido a roturas en termoeléctricas y déficit de combustible, lo que provocó un deterioro en la ya frágil generación eléctrica nacional. El propio Marrero había reconocido en sesiones gubernamentales que el sistema opera con márgenes mínimos de estabilidad, en medio de carencias técnicas y financieras.

Expectativas de recuperación

Aunque la UNE indicó que se han desplegado brigadas técnicas y que existe coordinación a nivel gubernamental, hasta el momento no se han ofrecido detalles sobre el tiempo estimado para la normalización del servicio. Los cubanos permanecen a la espera de una solución en un contexto marcado por altas temperaturas y una fuerte dependencia de la electricidad para el abastecimiento de agua, transporte y comunicaciones.


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