El sorteo Powerball, uno de los juegos de azar más populares en Estados Unidos, vuelve a estar en el centro de la atención pública tras acumular un bote de 1,800 millones de dólares, cifra que lo convierte en el segundo premio más grande en la historia del sorteo. El próximo sorteo se celebrará este sábado 6 de septiembre, y millones de jugadores ya se han lanzado a comprar boletos con la esperanza de cambiar radicalmente sus vidas.
Dos opciones de cobro: anualidad o pago único
El monto total corresponde al valor de la anualidad, que se entrega a lo largo de 30 años en pagos anuales con incrementos del 5 % cada año. No obstante, la mayoría de los ganadores suele optar por la alternativa de pago único en efectivo, que en este caso se estima en 826,4 millones de dólares antes de impuestos.
Esta diferencia entre las dos modalidades es clave en la decisión de quienes resultan agraciados, ya que el pago inmediato garantiza una suma millonaria en el momento, mientras que la anualidad ofrece estabilidad financiera a largo plazo.
Quien resulte afortunado con el premio deberá considerar que una parte significativa se destinará al fisco. De entrada, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) retiene un 24% y, al presentar la declaración de 2025, se aplicará un cargo adicional cercano al 13%.
A la retención federal se suman los impuestos estatales, que en gran parte del país oscilan entre el 2.9% y el 10.9%. La excepción la constituyen ocho estados —entre ellos Florida, Texas y California— donde los afortunados ganadores no deben entregar un solo dólar adicional al fisco local.
El bote de Powerball acumula una racha poco común: lleva 42 sorteos consecutivos sin ganador desde el pasado 31 de mayo. En contraste, antes de esa fecha se habían registrado 11 premios mayores, ninguno de ellos superior a los 600 millones de dólares.
Aunque el premio mayor sigue sin aparecer, la racha ya ha dejado 101 nuevos millonarios y más de un millar de jugadores que cobraron sumas cercanas a los 50,000 dólares.
Récords y antecedentes históricos
Aunque el bote actual es extraordinario, aún se mantiene por debajo del récord absoluto de 2,040 millones de dólares, entregado en noviembre de 2022, considerado el mayor premio de lotería en todo el mundo. En esa ocasión, Edwin Castro quien compró su boleto en California se llevó el histórico acumulado que reclamó meses después.
Además, Powerball comparte protagonismo con Mega Millions, otro sorteo que ha registrado acumulados históricos, incluido uno de 1,602 millones en agosto de 2023, lo que demuestra la magnitud de estos premios en el mercado estadounidense.
Probabilidades y fenómeno social
Las probabilidades de ganar el premio mayor son de apenas 1 en 292,2 millones, una cifra que, aunque desalentadora en términos matemáticos, no frena la ilusión de los jugadores. A medida que se acercan sorteos con acumulados tan elevados, las gasolineras y tiendas minoristas reportan un incremento notable en las ventas de boletos y largas filas de personas dispuestas a probar suerte.
El fenómeno trasciende lo económico: la posibilidad de ganar genera conversaciones en oficinas, familias y redes sociales, donde abundan las especulaciones sobre qué hacer con semejante suma. Desde donaciones benéficas hasta compras extravagantes, los planes hipotéticos se convierten en parte del atractivo cultural que rodea a la lotería.
Con presencia en casi todo el país, Powerball está disponible en 45 estados y en jurisdicciones adicionales como Washington D.C., Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses. Los sorteos oficiales se transmiten desde Tallahassee, Florida, los lunes, miércoles y sábados a las 10:59 de la noche (hora del Este).
Expectativa de cara al sábado
Si el sábado no se registra ningún boleto ganador, el bote podría continuar aumentando y acercarse a superar nuevamente la barrera de los 2,000 millones de dólares. De momento, la expectativa crece y millones de personas estarán pendientes de los números que podrían convertir a un jugador en el nuevo multimillonario de Powerball.