La conexión aérea entre Estados Unidos y Cuba enfrenta una reducción significativa a partir de septiembre, marcada por la caída de la demanda de pasajes y las decisiones de varias aerolíneas que han anunciado ajustes en sus rutas y frecuencias.
De acuerdo con cifras del sector, la demanda de viajes caerá un 20% en septiembre respecto a agosto, mientras que en comparación con el mismo mes del año pasado se registra una disminución del 21% en frecuencias de vuelos y del 16% en la oferta de asientos.
En la actualidad, las rutas aéreas que enlazan a Estados Unidos con Cuba se sostienen fundamentalmente gracias a American Airlines, Delta Air Lines y Southwest Airlines, cuyas operaciones parten, en su mayoría, desde terminales floridanas, con Miami y Tampa como principales puntos de salida.
American Airlines reduce frecuencias a La Habana y provincias
American Airlines, la compañía con mayor peso en este mercado, concentra cerca del 77% de los vuelos y el 75% de los asientos disponibles semanalmente hacia la Isla. Actualmente opera unos 70 vuelos semanales, equivalentes a más de 10.500 asientos.
En la actualidad conecta Miami con seis destinos en la Isla: La Habana, Camagüey, Holguín, Santa Clara, Santiago de Cuba y Varadero. Delta Air Lines mantiene vuelos directos a la capital cubana desde Miami, mientras que Southwest concentra sus operaciones en Tampa, desde donde enlaza exclusivamente con La Habana.
Sin embargo, la aerolínea solicitó al Departamento de Transporte de EE. UU. una exención temporal para disminuir operaciones durante la temporada de invierno. El plan contempla suspender tres de los ocho vuelos diarios entre Miami y La Habana en determinados días, y hasta cuatro vuelos diarios los martes y miércoles. También se recortarán frecuencias hacia Santiago de Cuba y Santa Clara. La medida, de ser aprobada, se extendería hasta el 28 de marzo de 2026.
United y Southwest también recortan operaciones
La tendencia no se limita a American. Desde el 1 de septiembre, United Airlines canceló su ruta Houston–La Habana, lo que deja sin conexión directa a la comunidad cubana residente en Texas. En paralelo, Southwest Airlines anunció que reducirá en un vuelo diario su enlace La Habana–Tampa, pasando a ofrecer siete vuelos semanales y poco más de 1.200 asientos.
Por su parte, Delta Air Lines mantiene su operación con 14 vuelos semanales y alrededor de 2.200 asientos disponibles, posicionándose como la segunda aerolínea más estable en esta ruta.
Las causas de la caída
Especialistas señalan que el fin de las vacaciones de verano y el inicio del calendario escolar en EE. UU. inciden directamente en la disminución de la demanda. No obstante, detrás del retroceso se esconden factores de mayor peso:
- Diversificación de destinos: muchos cubanoamericanos optan por vacacionar en la República Dominicana, que ofrece mejores precios y servicios turísticos.
- Incertidumbre política: el posible endurecimiento de las políticas migratorias bajo una futura administración de Donald Trump frena decisiones de viaje.
- Crisis interna en Cuba: la escasez de productos básicos, la precariedad en la infraestructura turística y los altos costos de estancia restan atractivo a la Isla como destino.
Impacto social y económico
La reducción de vuelos afecta de manera directa a miles de familias divididas entre ambos países, que verán limitadas sus opciones para visitar a sus seres queridos.
Además, supone un golpe para la economía cubana, dependiente en gran medida de la llegada de viajeros desde Estados Unidos. Menos frecuencias implican menos ingresos para aeropuertos, agencias y servicios asociados, en un contexto en el que el turismo internacional en la Isla continúa en crisis.
Un panorama incierto hacia 2026
Aunque se espera cierta recuperación en la temporada navideña y el verano de 2026, la tendencia apunta a que este invierno podría convertirse en uno de los periodos de menor tráfico aéreo entre Cuba y EEUU en la última década.
El resultado: una conectividad más limitada, tarifas potencialmente más altas y un desafío adicional para las familias cubanas que dependen de estos vuelos para mantener sus vínculos.