
El gobierno de Panamá decidió prorrogar hasta el 31 de julio de 2026 la exigencia de visa de tránsito para ciudadanos cubanos que hagan escala en sus aeropuertos rumbo a un tercer país. La medida, implementada inicialmente en marzo de 2022, continuará siendo un requisito obligatorio para pasajeros y tripulantes cubanos, salvo en casos de excepción previamente establecidos.
Origen y razones de la medida
El Ministerio de Seguridad Pública panameño justificó la prórroga en la necesidad de “garantizar la sostenibilidad de la política migratoria” y mantener un flujo de pasajeros “ordenado y seguro”. Panamá, cuya posición geográfica lo convierte en un hub regional de tránsito aéreo, ha visto cómo sus aeropuertos, en particular Tocumen Internacional, se convierten en punto clave para cubanos que viajan hacia destinos en Sudamérica, Norteamérica o Europa.
La disposición presidencial, contenida en el Decreto Ejecutivo No. 22 y dada a conocer el 25 de agosto en la Gaceta Oficial, establece que los cubanos, tanto pasajeros como tripulantes, deberán continuar mostrando un visado para realizar escalas o cruces en territorio panameño.
La medida extiende lo dispuesto en el Decreto Ejecutivo No. 162, aprobado en diciembre de 2022, mediante el cual se estableció la visa de tránsito como requisito obligatorio para los ciudadanos cubanos, ya fueran pasajeros o tripulantes.
La disposición se produjo en medio de un incremento de la migración irregular cubana hacia Estados Unidos, cuando Panamá era una de las rutas más utilizadas por quienes se trasladaban hacia Nicaragua y luego continuaban por tierra hasta la frontera norteamericana. Desde entonces, el visado se ha renovado de forma periódica, en ocasiones generando controversias y críticas de viajeros.
Además plantea que:
- Quedan exentos quienes dispongan de visas vigentes de Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón o la Unión Europea, siempre que cuenten con al menos seis meses de validez y ya hayan sido utilizadas.
- Este permiso autoriza una permanencia máxima de 24 horas en la zona internacional del aeropuerto, sin acceso formal al territorio panameño.
- Los ciudadanos cubanos deben gestionar la visa de tránsito a través de la Embajada de Panamá en La Habana, con el respaldo de un abogado acreditado.
- También están exceptuados los portadores de residencia permanente en un tercer país o quienes puedan demostrar un contrato laboral en su destino final.
Procedimiento para solicitar la visa
La visa debe gestionarse en la Embajada de Panamá en La Habana y solo a través de un abogado idóneo acreditado en la plataforma judicial panameña. El documento autoriza al viajero a permanecer un máximo de 24 horas en la zona internacional de tránsito del aeropuerto, sin derecho a ingresar al territorio nacional.
Este procedimiento, aunque legalmente definido, ha sido objeto de múltiples críticas: requiere altos costos en honorarios legales, trámites engorrosos y largos períodos de espera, lo que en la práctica limita la capacidad de viaje de muchos cubanos.
Excepciones contempladas
Existen determinadas situaciones en las que no se exige la visa de tránsito, entre ellas:
- Poseer una visa vigente de Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón o la Unión Europea, siempre que tenga al menos seis meses de vigencia y haya sido utilizada previamente.
- Ser residente permanente en un tercer país y estar de retorno hacia él.
- Tener una visa válida del país de destino final.
- Contar con un contrato de trabajo legalizado o apostillado en el país de destino.
Estas excepciones favorecen principalmente a los cubanos con vínculos migratorios sólidos en otras naciones, pero dejan fuera a la mayoría de los viajeros que solo buscan una conexión internacional.
Denuncias de irregularidades y estafas
El proceso no ha estado exento de polémicas. Diversos solicitantes denunciaron haber sido víctimas de estafas por parte de gestores no autorizados, que ofrecían agilizar citas o aprobar visados a cambio de pagos en dólares. Incluso quienes han acudido a abogados reconocidos han reportado retrasos prolongados, falta de transparencia y altos costos.
El Consulado de Panamá en La Habana ha tenido que advertir en varias ocasiones que las únicas vías válidas para realizar el trámite son las oficiales y que cualquier oferta de terceros debe considerarse fraudulenta.
“Trabajo con abogado idóneo y desde el año pasado tengo citas pendientes. El abogado reactiva cada mes y en Migración hacen lo que les da la gana. Solo dicen: ‘esperen el proceso’”, dijo una gestora residente en Panamá de nacionalidad cubana.
Impacto en la comunidad cubana
La prórroga de este requisito genera un impacto directo en la movilidad internacional de los cubanos, especialmente en aquellos que utilizan Panamá como punto de conexión hacia países de Suramérica o destinos europeos.
En la práctica, la medida encarece los viajes, añade incertidumbre a quienes buscan rutas seguras y legales, y se suma a un panorama ya complejo de restricciones de visados en la región. Países como México, Costa Rica y Honduras han adoptado en los últimos años medidas similares, limitando la entrada o tránsito de cubanos, en un contexto regional marcado por el incremento migratorio hacia Estados Unidos.
Contexto migratorio
Según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), más de 175.000 cubanos ingresaron por la frontera sur en 2024, consolidando a Cuba como uno de los principales países emisores de migrantes irregulares en el hemisferio. Este flujo ha puesto presión sobre los países de tránsito, que buscan evitar convertirse en corredores descontrolados de migración.
En este escenario, la extensión de la visa de tránsito panameña se interpreta como un intento de frenar el uso del país como vía de escape, obligando a los viajeros cubanos a planificar rutas más costosas o riesgosas.
La decisión de Panamá de mantener hasta 2026 el requisito de visa de tránsito se inscribe en una tendencia regional de mayor control sobre los flujos migratorios cubanos. Aunque se argumenta como una medida para garantizar seguridad y orden, para muchos isleños significa un obstáculo adicional en su derecho a la movilidad, con procesos plagados de denuncias por corrupción y estafas.
Panamá mantiene el requisito de visa de tránsito para ciudadanos cubanos como medida de control migratorio. La disposición busca frenar el uso indebido del aeropuerto de Tocumen como vía de entrada irregular hacia terceros países, en un contexto de creciente flujo migratorio desde Cuba hacia Norteamérica.
El visado debe solicitarse en la Embajada de Panamá en La Habana y permite una estancia máxima de 24 horas en la zona internacional del aeropuerto. Están exentos quienes posean visas vigentes y previamente utilizadas de Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón o la Unión Europea, así como quienes cuenten con residencia permanente en terceros países o contratos de trabajo en su destino final.
El trámite exige completar un formulario oficial, presentar pasaporte vigente, fotos tipo carnet, itinerario de vuelo, prueba de solvencia económica (al menos 500 dólares) y, en algunos casos, copia de visas de terceros países o contrato de trabajo en el destino final.
Si la gestión se hace por un representante, es necesario un poder legal apostillado o autenticado. La solicitud se envía al Servicio Nacional de Migración de Panamá y el proceso puede tardar varias semanas o incluso meses.
Están exentos quienes tengan una visa múltiple vigente y previamente utilizada de Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón o de algún país de la Unión Europea, siempre que conserve al menos seis meses de validez.
Tampoco requieren este visado los cubanos con residencia permanente en terceros países, los que ya cuenten con una visa válida para su destino final o aquellos que puedan demostrar un contrato de trabajo legalizado en el lugar al que viajan.