Canadá advierte a sus nacionales que viajan a Cuba ante el incremento de enfermedades transmisibles, inseguridad social, entre otros riesgos

Este 25 de agosto de 2025 el Gobierno de Canadá actualizó su alerta de viaje a Cuba, instando a sus ciudadanos a ejercer un alto grado de precaución si deciden visitar la isla. La medida se basa en la creciente crisis cubana y el agudo deterioro de las condiciones que afectan tanto a los residentes locales como a los viajeros extranjeros.

Escasez generalizada de suministros básicos

Entre los principales motivos señalados en el comunicado figura la grave carencia de alimentos, medicinas, agua potable y combustible. Estas limitaciones no solo afectan a la población local, sino que complican la experiencia de los turistas, quienes podrían encontrar serias dificultades para acceder a productos esenciales durante su estancia.


«El transporte público es escaso y poco confiable, incluso los taxis. Varios turistas han quedado varados temporalmente al no poder reabastecer coches de alquiler por la falta de gasolina», señala el informe.

Brotes de enfermedades transmitidas por mosquitos

La alerta también advierte sobre riesgos sanitarios, en particular por la propagación del dengue y el virus de Oropouche, ambos transmitidos por mosquitos. Las autoridades recomiendan tomar medidas preventivas adicionales, como el uso de repelentes y ropa adecuada, ante la posibilidad de contagios en distintas provincias cubanas.

Las autoridades canadienses mantienen una advertencia sanitaria por brotes de hepatitis A vinculados a viajeros que retornaron de Cuba en las últimas semanas. El comunicado oficial aconseja extremar las precauciones al momento de ingerir alimentos y bebidas, sugiriendo consumir solo agua embotellada o hervida, y evitar hielo, frutas sin pelar y comidas crudas.

En La Habana Vieja, un matrimonio canadiense relató recientemente que, al viajar en julio pasado, se sorprendieron con las dificultades cotidianas. “Tuvimos que recorrer varias farmacias buscando algo tan básico como aspirinas, y no había en ninguna. Nos sentimos inseguros ante la posibilidad de enfermarnos”, contó Margaret Wilson, turista de Toronto, en declaraciones recogidas en foros de viajeros.

Por otro lado, un turista de Quebec narró la amarga experiencia durante un viaje al oriente del país que enfrenta una situación más compleja que la capital cubana. “Me picaron mucho los mosquitos en Santiago de Cuba. Al regresar, tuve que hacerme pruebas porque temía haber contraído dengue. Los hospitales estaban saturados y con poca atención”, señaló.


Inseguridad, fraudes y protestas

Si bien enclaves turísticos como Varadero, Cayo Santa María y Cayo Coco son catalogados como relativamente seguros, las autoridades canadienses aconsejan mantener las medidas básicas de seguridad. Recomiendan evitar áreas solitarias y permanecer atentos al entorno, incluso en el interior de hoteles y complejos turísticos, sobre todo durante la noche.

Además de las carencias materiales y los riesgos de salud, Canadá subraya la existencia de delitos, fraudes y estafas, que representan amenazas directas a los viajeros. Igualmente, los escenarios violentos contra mujeres no se descartan por las autoridades canadienses ya que se han dado casos en lugares turísticos, por lo cual recomiendan no transitar a altas horas de la noche o merodear zonas aisladas y sin seguridad.

Asimismo, se alerta sobre la posibilidad de verse involucrados en manifestaciones ilegales, un escenario que podría conllevar sanciones o conflictos con las fuerzas de seguridad locales. Según la alerta oficial, toda expresión pública de oposición al gobierno cubano está prohibida. Los turistas extranjeros pueden corren el riesgo de ser detenidos sí coinciden con una concentración o marcha, aunque se trate de una manifestación pacífica.

En redes sociales, circulan testimonios de visitantes sorprendidos por apagones prolongados en hoteles de provincias y por estafas al cambiar dinero en la calle. “Nos apagaron la luz tres horas en el hotel, y luego nos ofrecieron cambiar dólares a mejor precio, pero resultó ser falso. Perdimos parte del dinero”, comentó un turista de Montreal.

Turismo en retroceso

La advertencia canadiense se suma a las alertas emitidas previamente por otros países europeos como Alemania y España, además de Estados Unidos, también han actualizado en el último año sus advertencias de viaje a a la isla. Cuba, que en 2024 recibió apenas 2,2 millones de visitantes —muy por debajo de los niveles previos a la pandemia—, atraviesa una crisis que combina apagones, desabastecimiento y falta de servicios básicos, factores que han golpeado de lleno a su principal industria generadora de divisas: el turismo. La alerta de Canadá no es un caso aislado.

Como resumió un turista de Ottawa tras su reciente viaje a Varadero: “El mar sigue siendo hermoso y la gente increíblemente cálida, pero viajar a Cuba hoy exige paciencia y una preparación que antes no era necesaria”.

Un llamado a la precaución

El mensaje de Ottawa es claro: quienes viajen a Cuba deben estar preparados para enfrentar limitaciones severas en servicios y suministros, así como adoptar precauciones frente a riesgos de salud y seguridad. En un contexto de creciente deterioro, la isla se consolida como un destino que exige mayor preparación y alerta por parte de los viajeros internacionales.

La recomendación canadiense también incluye medidas prácticas: portar un kit de emergencia, llevar efectivo en billetes pequeños, contratar un seguro médico internacional con cobertura de evacuación aérea y no confiar en los servicios de internet o telefonía móvil locales en caso de urgencia.


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