Humorista cubano Boncó Quiñongo celebra 20 años de haber llegado a Estados Unidos: “Gracias, Estados Unidos, por todo, en nombre de mi familia y mío”

Dos décadas han pasado desde que el artista cubano Conrado Cogle conocido como Boncó Quiñongo llegó a Estados Unidos según refiere una publicación en su perfil de Facebook en la que hace un periplo de cómo fueron sus comienzos en Miami tras salir huyendo de la isla.

«Llegué a Estados Unidos vía Barcelona después de haber vivido 6 años allá, llegué de la mano de Carlucho e hicimos un programa en la TV de Miami que hizo historia “La Cosa Nostra», un espacio que marcaría la pauta en la programación humorística de la ciudad y quedaría grabado en la memoria de la comunidad cubana en el exilio.


La llegada a un nuevo país y el despertar político

El inicio en Estados Unidos no fue solo un salto profesional, sino también un despertar político. Recién instalado en Miami, asegura que conoció “la verdadera historia de Cuba” y comprendió en toda su dimensión la naturaleza del régimen de la isla. Ese descubrimiento lo llevó a manifestarse de manera abierta y activa contra la dictadura.

Pronto se vinculó a Radio y TV Martí, los medios financiados por el gobierno de Estados Unidos que en ese entonces eran considerados las principales plataformas de oposición mediática al castrismo. Paralelamente colaboró con Radio República, donde mantuvo contacto directo con prisioneros políticos cubanos de aquella época, como Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, entre otros. Esa labor le permitió visibilizar, en tiempo real, las denuncias y testimonios de quienes sufrían represión dentro de la isla.

Dos décadas de coherencia y compromiso

Hoy, al cumplirse 20 años de aquella llegada, el artista reafirma que ha mantenido una postura firme: “Dios, Familia, Patria y Libertad, además de Patria y Vida”. Esa consigna, asegura, ha guiado sus pasos tanto en lo profesional como en lo personal.

Rechaza con énfasis la etiqueta de “influencer” o “youtuber”, fenómenos que marcan la era actual de la comunicación digital. Si bien respeta a quienes hoy utilizan esas plataformas para denunciar la dictadura, prefiere definirse de otra manera: “Soy un trabajador que desde hace 37 años intenta hacer feliz a las personas”.

Su vocación artística, recuerda, no nació de una formación académica ni de contactos en el mundo cultural, sino de la aceptación del pueblo cubano que lo acogió como artista pese a no contar con carrera universitaria ni palancas. “Ese mismo pueblo me permitió convertirme en lo que soy y me dio la oportunidad de ganarme su sonrisa”, expresó con gratitud.


La crítica al sistema cubano

Más allá de su trayectoria artística, mantiene firme su crítica al Partido Comunista de Cuba (PCC), al que responsabiliza directamente por la crisis estructural que atraviesa la nación. “Sigo manifestando que el PCC es ineficiente y terrorista, y el único y principal causante de lo que sufre mi Cuba hoy, tanto en lo económico como en lo social”, afirmó, subrayando que su postura política no es coyuntural, sino una convicción inalterable.

Para él, el colapso económico, el deterioro social y la represión política tienen un único origen: el sistema de partido único que gobierna la isla desde 1959.

Entre el arte y la causa

La experiencia de 20 años en Miami le ha permitido combinar su vida artística con un activismo constante. Desde los escenarios y los micrófonos, ha denunciado la realidad cubana, pero también ha buscado mantener vivo el vínculo con la comunidad en el exilio, a la que considera su gran familia extendida.

Al mismo tiempo, recalca que nunca se ha apartado de su objetivo esencial: hacer reír, entretener y llevar esperanza. “No soy político de carrera, soy un trabajador que intenta cada día regalar una sonrisa, aunque siempre con la convicción de que Cuba merece libertad”, dijo.

Un agradecimiento a Estados Unidos

En este aniversario de dos décadas, también dedicó palabras de gratitud al país que lo acogió: “Gracias, Estados Unidos, por todo, en nombre de mi familia y mío”. Reconoce que en suelo norteamericano pudo encontrar no solo estabilidad y oportunidades profesionales, sino también el espacio de libertad que le permitió expresar su pensamiento sin temor a represalias.

Un balance de vida

El balance de estos 20 años es, en sus palabras, el de un camino lleno de retos, pero también de aprendizajes y lealtad a sus principios. Desde el arte hasta la política, desde la comedia hasta el activismo, su historia refleja la de muchos exiliados cubanos que, al llegar a Miami, encontraron la posibilidad de reconstruir su vida sin dejar de soñar con una isla libre.

Nacido en La Habana el 21 de enero de 1971, inició su carrera en 1988 mientras estudiaba Ingeniería Civil, al integrarse al grupo Pagola la Paga. Su estilo fresco y popular pronto lo llevó a la televisión nacional, donde alcanzó gran popularidad en el programa Sabadazo durante la década de 1990. En 1999 emigró a España en busca de nuevas oportunidades y, años más tarde, se radicó en Miami, donde consolidó su carrera en programas como El Happy Hour y TN3, convirtiéndose en un rostro habitual de la televisión hispana en Estados Unidos.

Uno de sus hitos más recordados llegó en 2019, cuando conquistó al público del Festival de Viña del Mar, en Chile, logrando las codiciadas Gaviotas de Plata y de Oro con una rutina centrada en la inmigración y la vida lejos de Cuba. Ese mismo año, participó en la película “Plantados”, dirigida por Lilo Vilaplana, donde interpretó un papel en un drama histórico sobre presos políticos cubanos.

Además de su faceta humorística, Boncó ha explorado la música urbana y la producción audiovisual, sin dejar de lado su presencia en la radio, con espacios como “Bombo de la Mañana” en Miami. A sus 54 años, sigue siendo una figura activa en los escenarios y medios hispanos, combinando humor, música y crítica social, y manteniendo un vínculo cercano con la comunidad cubana en el exilio.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *