La Policía de Miami-Dade dio un paso más en la investigación del violento asalto ocurrido el pasado 13 de marzo de 2025 en la vivienda del joyero cubano York Valdés, un reconocido comerciante de la ciudad. El caso, que conmocionó a la opinión pública por la brutalidad del ataque y el peligro que corrió su familia, continúa arrojando resultados: esta semana fue detenido un segundo sospechoso, identificado como Jean Carlos Honores Vásquez, de 31 años, originario de Perú y residente en Utah.
Honores Vásquez enfrenta graves cargos de robo con allanamiento armado, secuestro agravado, agresión y robo a mano armada. Tras su arresto fue trasladado a Miami, donde permanece bajo custodia sin derecho a fianza y con un proceso migratorio en curso que podría derivar en su deportación.
Una noche de terror en el hogar de un comerciante
El ataque contra Valdés se produjo en su residencia cuando tres individuos armados lo interceptaron en el patio. Lo encañonaron y lo obligaron a ingresar a su vivienda, donde se encontraban su esposa embarazada, su hija de apenas 17 meses y un amigo de la familia.
Durante más de una hora, los asaltantes mantuvieron retenidos a los presentes bajo amenazas de muerte, mientras exigían acceso a las joyerías de Valdés, conocido en Miami por diseñar piezas exclusivas. El joyero se negó a entregar las llaves de sus negocios, arriesgando su vida y la de sus seres queridos. Finalmente, los delincuentes sustrajeron joyas, relojes y prendas de vestir valoradas en unos 75.000 dólares, entre ellas un anillo con forma de lechuza, pieza distintiva de sus colecciones.
El intento de huida del propio Valdés permitió que los atacantes escaparan, pero también desencadenó la rápida reacción policial que derivó en los primeros arrestos.
Arrestos previos y vínculos criminales
El primer detenido fue Wilfredo Antuna, de 35 años, sorprendido esa misma noche conduciendo el Cadillac XTS de la víctima y usando prendas robadas durante el asalto. Días más tarde cayó Keith Ingraham, de 58 años, acusado de traficar con las joyas sustraídas.
Las pruebas obtenidas por los investigadores resultaron clave: los registros telefónicos y de geolocalización no solo confirmaron los movimientos de Antuna e Ingraham, sino que también los vincularon directamente con Honores Vásquez. La evidencia sitúa al peruano en la zona de la vivienda de Valdés durante la noche del asalto, reforzando su papel como uno de los principales responsables del ataque.
La policía ha dejado claro que la investigación no ha concluido, pues un tercer sospechoso continúa prófugo. Todo apunta a que se trata de un grupo organizado con roles específicos en el robo, lo que eleva el caso de un simple asalto a un posible entramado de crimen estructurado.
“Se llevaron todas mis joyas, mis relojes, pero ahora mismo lo que me importa es la vida de mi esposa y mi hija”, dijo Valdés.
El impacto en la víctima y la comunidad
El testimonio de York Valdés refleja la magnitud del trauma vivido. “Se llevaron todas mis joyas, mis relojes, pero lo que realmente me importa es la vida de mi esposa y de mi hija”, declaró con visible angustia. Para la familia, la pérdida material es secundaria frente al miedo generado por la violencia ejercida en su propio hogar.
El caso también ha encendido las alarmas en la comunidad cubana y latina de Miami, donde comerciantes, joyeros y pequeños empresarios se han mostrado preocupados por el aumento de asaltos violentos contra negocios y residencias vinculadas al comercio de artículos de lujo.
Contexto: la inseguridad en Miami
En los últimos años, Miami ha registrado un aumento de delitos violentos relacionados con el robo de joyas y relojes de alta gama. La proliferación de mercados ilegales y la facilidad para revender artículos de lujo han convertido a la ciudad en un blanco atractivo para bandas organizadas.
Casos recientes de robos de relojes Rolex en la zona de Miami Beach, así como asaltos a joyerías en el área metropolitana, sugieren que existe un patrón de criminalidad que va más allá de incidentes aislados. El caso de Valdés, por la brutalidad del ataque y la exposición mediática, se ha convertido en un ejemplo emblemático de este fenómeno.
Investigación en curso
Las autoridades de Miami-Dade insisten en que la investigación permanece activa y que no se descartan nuevas detenciones en las próximas semanas. El arresto de Honores Vásquez representa un avance significativo, pero aún falta dar con el paradero del tercer sospechoso que participó directamente en el asalto.
Mientras tanto, la comunidad sigue expectante. Para muchos residentes, la pregunta ya no es si habrá justicia, sino qué tan seguras están las familias en una ciudad donde el crimen organizado parece tener cada vez más espacio.