
Una pareja de cubanos con residencia permanente en Estados Unidos se encuentra en una encrucijada legal que podría costarles el estatus migratorio. La situación comenzó tras su llegada al Aeropuerto Internacional de Miami desde La Habana, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP) los detuvieron para interrogarlos. Al final del procedimiento, recibieron una citación para comparecer ante un juez de inmigración, quien decidirá si mantienen la residencia o si serán deportados.
De solicitantes de refugio a viajeros frecuentes
Los protagonistas de este caso, de entre 32 y 36 años, ingresaron a Estados Unidos cruzando la frontera sur y alegando temor por su vida bajo el régimen cubano. Aunque no formalizaron una solicitud de asilo político, un año después obtuvieron la residencia amparados en la Ley de Ajuste Cubano, un beneficio exclusivo que ha permitido a miles de isleños regularizar su estatus.
No obstante, en menos de dos años como residentes, realizaron cuatro viajes de ida y vuelta a Cuba. Ese patrón llamó la atención de las autoridades migratorias, que lo interpretan como una posible contradicción con el argumento inicial de persecución política.
Un agente de CBP, según trascendió, fue directo en su advertencia: cuando una persona afirma haber huido por motivos políticos, pero regresa reiteradamente al país del que dijo temer, su credibilidad puede quedar seriamente cuestionada.
El sustento legal y los riesgos
Bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), el estatus de residente permanente no es irrevocable. Puede ser cancelado si se demuestra que fue obtenido bajo premisas falsas o si el beneficiario incumple con las condiciones que sustentaron su aprobación. En casos de quienes alegaron persecución, el retorno frecuente al país de origen puede considerarse evidencia de que dicha persecución no era real o no representaba un peligro inminente.
Si el juez determina que los viajes a Cuba contradicen el fundamento que permitió la obtención de la residencia, la pareja podría ser puesta en proceso de remoción (deportación) y enviada de regreso a la isla.
Una tendencia en aumento
Abogados especializados en inmigración afirman que este tipo de citaciones se han vuelto más comunes, especialmente para cubanos que entraron por la frontera sur en los últimos cinco años. El contexto político y migratorio ha endurecido las revisiones, y las autoridades analizan cada vez más los historiales de viaje de los residentes que alegaron huir de regímenes autoritarios.
“Cada entrada y salida queda registrada en los sistemas del CBP. Si usted dijo que no podía regresar por razones de seguridad, pero lo hace con frecuencia, está dándole al gobierno la herramienta perfecta para cuestionar su caso”, explicó un abogado de Miami.
El dilema de los viajes familiares
Para muchos exiliados, regresar a Cuba implica reencontrarse con familiares y atender asuntos personales o patrimoniales. Sin embargo, esos viajes, aunque emotivamente comprensibles, pueden tener consecuencias legales graves. En este contexto, la comunidad cubana en el sur de la Florida se enfrenta a un dilema: mantener vínculos con la isla o proteger el estatus migratorio que tanto costó obtener.
La situación también refleja una paradoja: el mismo régimen que provoca el éxodo de miles de ciudadanos, de manera indirecta, sigue marcando sus vidas en el exilio, ya sea por la persecución que los empuja a escapar o por las decisiones que toman después de asentarse fuera del país.
Advertencia para el exilio cubano
El caso de esta pareja es un recordatorio para todos los beneficiarios de la Ley de Ajuste Cubano y otros programas migratorios: los viajes recurrentes al país del que se alegó huir pueden ser interpretados como una renuncia implícita a la protección solicitada. En el peor de los escenarios, esto podría culminar en la pérdida de la residencia y la deportación.
Por ahora, el destino de estos jóvenes quedará en manos de un juez de inmigración. La decisión que se tome no solo impactará su futuro, sino que podría servir como referencia para casos similares en el creciente escrutinio de las autoridades migratorias de Estados Unidos hacia la comunidad cubana.
¿Qué pueden hacer quienes se encuentran en esta situación?
- Consultar con un abogado de inmigración especializado en casos de asilo y residencia, para entender las implicaciones de viajes a Cuba y cómo comunicarlos correctamente al solicitar ciudadanía.
- Recoger evidencia documental que justifique el viaje: razones familiares, médicas u otras que puedan justificar el desplazamiento sin invalidar su estatus.
- Mantenerse informado y conectados con organizaciones comunitarias que asesorarán sobre políticas migratorias.
- Evitar suposiciones: No todos los viajes son problemáticos, pero sí lo son aquellos que contradicen declaraciones de temor. Cada caso debe evaluarse individualmente.