Una comunidad del noreste de Florida permanece consternada tras conocerse el caso de Trevor Lee, un adolescente de 14 años acusado de asesinar a sus padres y confesar el crimen desde una iglesia local. El menor, residente de Middleburg, fue arrestado luego de caminar más de una milla desde su vivienda hasta el templo, donde llamó al 911 y admitió haber disparado mortalmente contra sus progenitores.
Una llamada desconcertante desde una iglesia
De acuerdo con la Oficina del Sheriff del condado de Clay, el joven realizó la llamada de emergencia desde la iglesia luterana Crossroad alrededor de las 11:00 p.m. del domingo. En la conversación con el operador del 911, Trevor se identificó, afirmó haber asesinado a sus padres y solicitó oraciones. También indicó que había dejado su mochila atrás, vaciado sus bolsillos y que se encontraba esperando dentro de la iglesia para ser arrestado.
Durante más de diez minutos, el operador logró mantenerlo en línea hasta que los agentes llegaron al lugar. Trevor fue detenido sin resistencia y trasladado a un centro de detención juvenil. Las autoridades indicaron que el joven estaba tranquilo y cooperativo al momento del arresto.
Un doble homicidio que sacudió a la comunidad
Las víctimas, identificadas como David Lee, de 44 años, y Brandi Smith, de 45, fueron halladas sin vida dentro de la residencia familiar. Ambos presentaban heridas de bala. Según el reporte inicial, no había señales de que hubiera otras personas involucradas ni de que el crimen tuviera relación con actos delictivos más amplios. La oficina del sheriff describió el caso como un «incidente doméstico aislado».
La escena del crimen fue procesada durante la madrugada, mientras las autoridades intentaban reconstruir la cronología de los hechos y establecer un posible motivo. Hasta el momento, no se han revelado detalles sobre el tipo de arma utilizada ni sobre la dinámica familiar previa al crimen, aunque las autoridades señalaron que se trataba de una familia sin antecedentes relevantes ante los servicios sociales.
Una familia que parecía normal
La noticia ha impactado profundamente a vecinos, amigos y compañeros de escuela del adolescente. Varios residentes de Middleburg expresaron su incredulidad ante lo sucedido. «Probablemente eran los mejores, o una de las mejores familias, que conocía. Fueron divertidos y me trataron muy bien. Me decían todo el tiempo que me amaban como a un hijo, y me trataban como tal», declaró Kyree Beamon un amigo cercano de la familia a medios locales.
Agregó que jugaban futbol en el mismo equipo y días antes habían jugado juntos. El día del incidente estuvieron hablando por teléfono, aunque no se precisa si fue entes o después del crimen. «Me dijo que me amaba y me dijo que solo estaba llamando para darme las buenas noches», aclaró Beamon.
Otros miembros de la comunidad señalaron que Trevor era un estudiante tranquilo, sin historial de violencia, y que sus padres participaban activamente en eventos comunitarios. La aparente normalidad de la familia ha dificultado aún más comprender las razones detrás del acto.
Proceso judicial en curso
Trevor Lee enfrenta dos cargos de homicidio en segundo grado. Aún no se ha determinado si será juzgado como adulto, lo cual podría implicar una sentencia considerablemente más severa. Las autoridades judiciales locales indicaron que se tomará una decisión sobre este aspecto tras una evaluación psicológica del menor y un análisis más profundo de los hechos.
El caso ha reabierto el debate sobre la salud mental de los adolescentes, la tenencia de armas en el hogar y la detección temprana de señales de conflicto intrafamiliar. Aunque no se han hecho declaraciones oficiales por parte de familiares cercanos, se espera que en los próximos días se lleven a cabo vigilias en memoria de las víctimas.
Reflexión comunitaria y llamado a la calma
El sheriff del condado de Clay, Michelle Cook, pidió calma a la comunidad y subrayó que no existe una amenaza activa para los residentes. «Extendemos nuestras más profundas condolencias a la familia, amigos y todos los afectados por este desgarrador evento. Nuestros pensamientos permanecen con ellos mientras navegan por esta pérdida inimaginable», dijo en un comunicado.
Mientras avanza la investigación y se desarrolla el proceso judicial, el caso de Trevor Lee se suma a una creciente lista de episodios violentos protagonizados por menores en Estados Unidos, lo que ha puesto en el centro del debate nacional temas como el acceso de los jóvenes a armas de fuego y la necesidad de reforzar programas de prevención en salud mental y educación emocional.
