
Un tribunal federal en Miami ha puesto fin a una disputa legal que mantenía en vilo a la industria musical, al desestimar la demanda por presunto plagio que enfrentaban la superestrella colombiana Karol G y el reconocido DJ y productor neerlandés Tiësto, por su tema Don’t Be Shy. La decisión, dictada por la jueza federal Cecilia M. Altonaga, concluye que no existe evidencia suficiente de copia ni de acceso previo a la obra del demandante.
La demanda había sido presentada por René Lorente-García, un compositor cubanoamericano radicado en Estados Unidos, quien alegaba que Don’t Be Shy, estrenada en 2021, plagió elementos fundamentales de su canción Algo Diferente, registrada en 1998 ante la Oficina de Copyright de Estados Unidos. Lorente-García reclamaba inicialmente una compensación de al menos 3 millones de dólares, cifra que, según algunas versiones de prensa, habría llegado a escalar hasta 50 millones de dólares en daños y perjuicios.
El núcleo del caso: acceso y similitud sustancial
En el centro del litigio se encontraban dos cuestiones clave en cualquier demanda por plagio musical: si los demandados tuvieron acceso previo a la obra y si existía una “similitud sustancial” entre ambas canciones. La jueza Altonaga, tras examinar los argumentos y pruebas de ambas partes, determinó que ninguna de las dos condiciones se cumplía en este caso.
Según los documentos judiciales, Lorente-García no pudo demostrar que Karol G, Tiësto o los productores asociados hubieran escuchado, conocido o tenido acceso a Algo Diferente antes de componer Don’t Be Shy. La jueza señaló que la canción del demandante contaba con muy escasas reproducciones en plataformas digitales como YouTube y Spotify, y no había sido difundida de manera significativa que permitiera suponer que pudiera haber llegado a oídos de los artistas demandados.
En cuanto a las supuestas similitudes entre ambas canciones, el tribunal concluyó que los elementos en cuestión —fragmentos melódicos, progresiones armónicas y patrones rítmicos— forman parte del lenguaje musical común y, por tanto, no están protegidos por derechos de autor. Así lo argumentó el perito de la defensa, el Dr. Lawrence Ferrara, un prestigioso musicólogo, quien explicó que las coincidencias señaladas por el demandante son patrones frecuentemente utilizados en múltiples géneros musicales y no constituyen expresiones originales exclusivas de la obra de Lorente-García.
Perito de la demanda, cuestionado
Un aspecto que debilitó significativamente la demanda fue la calificación del perito presentado por el compositor cubanoamericano. El musicólogo Richie Viera fue considerado “no cualificado” por la jueza Altonaga para realizar análisis musicológicos forenses. Según se desprende de la resolución judicial, Viera carecía de la formación técnica necesaria y de la experiencia específica en comparación de obras musicales en contextos legales, lo cual restó peso a sus conclusiones sobre las supuestas similitudes entre ambas canciones.
Desestimación sin indemnización
Como resultado de estos hallazgos, la jueza Altonaga desestimó la demanda y negó cualquier posibilidad de indemnización a Lorente-García. La resolución deja claro que el tribunal no halló pruebas de infracción a los derechos de autor ni de daño alguno provocado por Karol G o Tiësto al compositor cubanoamericano.
«El demandante señala solo la presencia [de su canción] en plataformas digitales y su inclusión en álbumes de nicho como prueba de que Tiësto y Karol G escucharon su canción. Ningún jurado razonable podría encontrar acceso a tal registro», dijo la jueza en la resolución.
No obstante, la vía legal no está completamente cerrada. El abogado de Lorente-García manifestó tras la audiencia su intención de estudiar una posible apelación, lo que podría prolongar el litigio. De decidir avanzar, el caso podría escalar a la Corte de Apelaciones correspondiente, aunque los expertos legales advierten que el demandante enfrentaría un camino difícil, dado el sólido razonamiento expuesto por el tribunal en Miami.
Reacción de los artistas y de la industria
Los equipos legales de Karol G y Tiësto celebraron la decisión judicial, destacando la importancia de proteger la libertad creativa de los artistas frente a acusaciones que, según sostienen, carecían de fundamento. “Es un triunfo no solo para nuestros clientes, sino para todos los creadores musicales, quienes a menudo se enfrentan a demandas infundadas que buscan sacar provecho del éxito ajeno”, señaló uno de los abogados defensores en declaraciones recogidas por medios internacionales.
Para Karol G, Don’t Be Shy ha sido uno de los sencillos más exitosos de su carrera internacional, marcando además su incursión en la música en inglés. El tema, en colaboración con Tiësto, alcanzó posiciones destacadas en las listas de popularidad globales y acumula cientos de millones de reproducciones en plataformas digitales.
Un caso que generó titulares
La demanda contra Karol G y Tiësto se había presentado inicialmente en agosto de 2023 en el Tribunal de Distrito de Puerto Rico y posteriormente fue trasladada a la jurisdicción de Miami. Desde entonces, el caso captó la atención de medios especializados y del público, no solo por la popularidad de los artistas implicados, sino también porque reavivó el debate sobre los límites entre influencia musical legítima y plagio.
La resolución de la jueza Altonaga podría sentar un precedente relevante en la industria, especialmente en una era en la que la música se difunde globalmente y las coincidencias melódicas se hacen más frecuentes debido a la enorme producción de contenido musical.
Por ahora, Karol G y Tiësto quedan exonerados de cualquier responsabilidad legal, poniendo fin —al menos de momento— a una controversia que amenazaba con empañar uno de sus mayores éxitos internacionales.