Miami-Dade enfrenta déficit de más de $400 millones y prepara recortes históricos

La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, ha puesto sobre la mesa una serie de medidas fiscales que podrían impactar directamente el bolsillo de los residentes y la calidad de los servicios comunitarios, en su intento de cubrir un déficit presupuestario que amenaza las finanzas del condado.

Entre las propuestas más destacadas se encuentra el aumento del impuesto a la gasolina de un 3% en el que se encuentra a un 5%, una medida que busca generar ingresos adicionales para mantener los servicios esenciales y evitar un desequilibrio fiscal. Aunque no se han detallado cifras exactas sobre cuánto subiría este impuesto, la posibilidad de gasolina más cara genera preocupación en una comunidad que ya lidia con el alto costo de vida y los efectos persistentes de la inflación.


Además, el plan de la alcaldía contempla recortes significativos en el presupuesto destinado a parques del condado para ahorrar 25 millones de dólares, actualmente operan con aproximadamente $290 millones al año. Estos recortes podrían traducirse en menos mantenimiento, reducción de programas recreativos y posibles cierres parciales de instalaciones que son ampliamente utilizadas por familias, niños y adultos mayores en toda la región.

Otro frente de ajuste afectaría los 55 millones de dólares que destina Miami-Dade a las organizaciones sin fines de lucro (ONGs) que reciben financiamiento del condado para ofrecer servicios sociales, culturales y de apoyo a comunidades vulnerables. Disminuir estos fondos podría dejar a miles de residentes sin acceso a programas cruciales, desde asistencia alimentaria hasta iniciativas educativas y culturales.

El transporte también se verá afectado ya que se prevé el aumento de tarifas en Metrorail que actualmente cuestan 2.25 dólares, pero podrían llegar a los 2.75 dólares si se aprueba el presupuesto. Los peajes en dos puentes del condado, los puentes Rickenbacker y Venetian, aumentarían un dólar, a $3.25. El MetroConnect que emplea personas mayores en gran medida está en la mira de estos recortes y ya algunos comisionados como Juan Carlos Bermúdez se oponen a la medida.

El contexto detrás de estas medidas es el desequilibrio en el presupuesto general de Miami-Dade, que enfrenta presiones crecientes por el aumento de costos operativos y demandas de servicios en una comunidad en constante crecimiento. Para la alcaldesa Levine Cava, el reto es encontrar una fórmula que permita cubrir el déficit sin recurrir a aumentos generalizados en otros impuestos, como el de la propiedad, que también impacta de manera directa a los residentes.


Las propuestas han generado inquietud tanto en líderes comunitarios como en ciudadanos, quienes temen que los recortes en servicios públicos y organizaciones sociales afecten la calidad de vida y profundicen brechas sociales en el condado. Mientras tanto, los debates en la Comisión del Condado y en la opinión pública se intensifican, pues las decisiones que se tomen en los próximos meses marcarán el rumbo económico y social de Miami-Dade.

La administración de Levine Cava enfrenta así una difícil encrucijada: equilibrar las finanzas del condado sin sacrificar servicios esenciales ni golpear en exceso el bolsillo de los contribuyentes. El resultado de estas deliberaciones definirá, en gran medida, cómo será el futuro inmediato de uno de los condados más poblados y dinámicos de Florida.

Estas medidas podrían afectar a los residentes al encarecer el costo de vida debido al aumento en los precios de la gasolina, reducir el acceso a servicios recreativos y programas comunitarios, y limitar la ayuda que reciben poblaciones vulnerables a través de las ONGs. Además, se teme que los recortes profundicen la desigualdad social y generen tensiones políticas y sociales en la comunidad.


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