
Una cubana que reside actualmente en Estados Unidos ha generado un intenso debate en redes sociales tras compartir su amarga experiencia migratoria. A través de un emotivo video en su cuenta de TikTok @alietty_livestyle, la joven relató que, a pesar de las promesas del llamado “sueño americano”, su calidad de vida en EE. UU. ha resultado muy inferior a la que disfrutaba durante la década que vivió en España.
“Ojalá no hubiera tomado la decisión de haber venido”, expresó la mujer, visiblemente afectada, mientras comparaba la estabilidad emocional y económica que había logrado en Gran Canaria con el alto costo de vida y el estrés que afronta ahora en Estados Unidos.
Una década en España: poco dinero, pero mucha tranquilidad
Durante diez años, la joven trabajó en Gran Canaria, desempeñándose en diversos oficios como limpieza, supermercados y el cuidado de personas mayores. Al principio, como tantos migrantes, vivió sin papeles. No obstante, tras conseguir su regularización, logró alcanzar una vida modesta pero estable.
En España, relata, podía pagar el alquiler, costear alimentación y permitirse viajar a Cuba cada dos años. Más importante aún, gozaba de paz mental y de tiempo libre para ella misma, algo que ahora extraña profundamente. “Hasta me daba el lujo de ir a Cuba cada dos años, que no es nada barato, y de paso conocí otros países de Europa”, reflexionó.
“En España se trabaja para vivir, aquí se vive para trabajar”, es una de las frases que más resonó entre los comentarios de usuarios que se sintieron identificados con su testimonio.
Estados Unidos: más dinero, menos vida
Aunque reconoce que en Estados Unidos se gana más dinero, la migrante denuncia que esos ingresos se esfuman rápidamente en el pago de la renta, los alimentos y otros gastos básicos. La presión económica y laboral ha terminado afectando su salud mental. “Aquí ganas más, sí, pero vives peor. Las rentas son absurdas, la comida es mala y la paz mental está en decadencia”, lamentó.
“¿De qué me sirve tener dinero si no tengo tiempo ni salud mental?”, se pregunta en el video, dando voz a un sentimiento compartido por muchos migrantes cubanos que han llegado a EE. UU. en los últimos años, impulsados por la crisis económica y social en la isla.
Su reflexión encendió una oleada de respuestas en TikTok, donde otros cubanos —e incluso españoles— compartieron experiencias similares. Muchos coincidieron en que, si bien en España se gana menos, la calidad de vida y el bienestar emocional son sustancialmente mayores.
Reacciones en redes: el debate sobre el “sueño americano”
Antes de concluir su video dejó un breve mensaje sobre su sentir: «Mi experiencia en España es como para repetir. Ojalá no hubiera tomado la decisión de haber venido para acá». No obstante, algunas voces defendieron el modelo estadounidense, destacando que, a pesar del sacrificio, el país ofrece mayores posibilidades de progreso económico a largo plazo.
Las reacciones al testimonio no se hicieron esperar. Cientos de usuarios dejaron comentarios corroborando sus palabras y resaltando que la vida en Estados Unidos implica trabajar sin descanso, muchas veces en varios empleos, para poder cubrir gastos básicos. “En España se trabaja para vivir; aquí se vive para trabajar”, repitieron varios internautas, señalando el desgaste físico y emocional que sienten tras su llegada a EE. UU.
Entre dinero y bienestar: la encrucijada de muchos migrantes
La historia de esta cubana pone sobre la mesa un dilema cada vez más visible entre la comunidad migrante: si vale la pena sacrificar la tranquilidad y la estabilidad emocional por la posibilidad de obtener mayores ingresos en Estados Unidos.
La joven concluyó su video dejando una reflexión contundente: “Si pudiera volver atrás, no me hubiera ido de España. Aquí se gana dinero, pero se pierde vida.”
Su testimonio, lejos de ser aislado, refleja la realidad de muchos migrantes que, tras dejar atrás la precariedad en sus países de origen, descubren que la prosperidad económica en Estados Unidos suele tener un precio muy alto: el de la salud mental y el equilibrio personal.