
Momentos de tensión y heroísmo se vivieron a bordo del crucero Disney Dream cuando una niña y su padre cayeron por la borda durante un viaje hacia las Bahamas. Según testigos citados por NBC News y Telemundo 51, la menor habría caído desde la cuarta cubierta de la embarcación, y su padre no dudó en lanzarse al mar para rescatarla.
La escena se desarrolló mientras el barco navegaba tras zarpar el 26 de junio en dirección a aguas bahameñas. De inmediato, la tripulación activó los protocolos de emergencia y logró rescatar a ambos pasajeros en un operativo calificado como rápido y eficiente.
“Felicitamos a nuestros miembros de la tripulación por sus habilidades excepcionales y acciones rápidas, que garantizaron el regreso seguro de ambos huéspedes al barco en cuestión de minutos. Estamos comprometidos con la seguridad y el bienestar de nuestros huéspedes, y este incidente pone de manifiesto la eficacia de nuestros protocolos de seguridad», indicó Disney Cruise Line en un comunicado, en el que elogió la “habilidad excepcional y las acciones rápidas” de su personal. Pasajeros a bordo también destacaron la eficacia de la respuesta, y algunos aplaudieron el profesionalismo de la tripulación.
Tras el incidente, el crucero continuó su travesía y regresó sin mayores contratiempos a Port Everglades, en Fort Lauderdale, en la mañana del lunes siguiente. Hasta el momento, no se ha informado sobre el estado de salud de la niña ni del padre, ni se han revelado detalles sobre las circunstancias exactas que llevaron a la caída.
Disney Cruise Line subrayó que el suceso evidencia la importancia de sus estrictos protocolos de seguridad, diseñados para actuar con rapidez ante emergencias en alta mar. Mientras tanto, el caso continúa en investigación y se espera que se divulgue más información en los próximos días.
El hecho ha generado preocupación y reflexiones sobre la seguridad en los cruceros, especialmente en áreas donde los niños pueden acercarse a barandillas o zonas de riesgo. Sin embargo, la rápida actuación del padre y de la tripulación permitió evitar lo que pudo haber terminado en tragedia. Mientras tanto, la compañía Disney reiteró que seguirá revisando sus protocolos y que mantiene su compromiso de garantizar la seguridad de los pasajeros. Por ahora, la historia de este padre y su hija destaca como un ejemplo de coraje y una valiosa lección sobre la importancia de actuar con rapidez ante emergencias en altamar.
Aunque este desenlace fue afortunado, el caso recuerda otros incidentes recientes en los que pasajeros de cruceros cayeron al mar, en ocasiones con consecuencias fatales. En octubre de 2024, una mujer de 66 años desapareció tras caer desde el Allure of the Seas, de Royal Caribbean, cerca de las Bahamas. Las labores de búsqueda se prolongaron más de 15 horas sin éxito. Meses antes, en agosto de 2024, un pasajero británico cayó desde el Explorer of the Seas en aguas del Mediterráneo, lo que desencadenó un operativo de rastreo que tampoco pudo dar con su paradero.
Expertos en seguridad marítima señalan que aunque estos sucesos son poco frecuentes en comparación con el volumen de pasajeros que viajan en cruceros cada año, su peligrosidad es alta. La velocidad de la nave, las corrientes oceánicas y la altura de las cubiertas complican los rescates. Por ello, las navieras cuentan con sistemas de detección y protocolos que incluyen alarmas, cámaras, botes de rescate y entrenamiento específico de la tripulación.
Sin embargo, los datos muestran que cada año ocurren decenas de caídas al agua en cruceros de todo el mundo. Según la Cruise Lines International Association (CLIA), en promedio se reportan entre 20 y 30 incidentes de este tipo al año. En muchos casos, las causas incluyen accidentes, imprudencia o consumo excesivo de alcohol.