La madrugada del jueves se convirtió en pesadilla para los propietarios de Kicks Circuit, una tienda de ropa urbana y calzado de alta gama ubicada en Kendall, Florida, tras ser víctimas de un audaz robo relámpago que dejó pérdidas superiores a los 12.000 dólares.
El asalto ocurrió cerca de las cuatro de la mañana, cuando al menos tres individuos encapuchados llegaron en un vehículo, descendieron rápidamente y, armados con martillos, destrozaron la puerta principal y una ventana de cristal para ingresar al local. Todo el operativo criminal duró apenas 90 segundos, tiempo suficiente para que los delincuentes llenaran varios contenedores plásticos con valiosa mercancía.
Entre los artículos sustraídos se encuentran piezas de reconocidas marcas de lujo como Supreme, Bape, Chrome Hearts y Gallery Dept., todas codiciadas en el mercado de ropa y calzado de colección. Según reveló Sebastián Quintana, copropietario de la tienda, los ladrones parecían saber exactamente qué productos buscar, lo que alimenta la sospecha de que el robo fue meticulosamente planeado.
“El ataque fue directo, planificado. Vinieron con cajas negras y sabían exactamente qué llevarse. Fue desgarrador. Me despertó la alarma, vi las cámaras y supe que no había forma de detenerlos a tiempo”, dijo a Telemundo 51 Sebastián Quintana, copropietario del local.
“Se siente como una total falta de respeto. No solo por lo que se llevaron, sino por la manera tan descarada en que lo hicieron”, agregó Quintana. No obstante, destacó que, afortunadamente, ningún miembro del equipo ni transeúntes resultaron heridos durante el atraco.
Patrón criminal repetido
Este robo ha encendido las alarmas en la comunidad y entre las autoridades, ya que guarda similitudes con otro incidente registrado hace un mes en Stepped on Kicks, una tienda en Pembroke Pines, donde tres asaltantes también usaron contenedores plásticos para saquear mercancía de alto valor en tiempo récord. Estas coincidencias sugieren la posible operación de una red organizada especializada en este tipo de delitos.
“Estamos hablando de artículos que no solo tienen valor comercial, sino emocional. Son piezas de colección. Hay una demanda enorme en redes sociales por este tipo de productos. Están prestando atención a lo que tenemos. A cuándo movemos la mercancía. Probablemente ya han estado aquí antes”, dijo el copropietario del negocio.
La Policía de Miami-Dade está analizando las grabaciones de las cámaras de seguridad, las cuales captaron con claridad el método y la rapidez de los criminales. Hasta el momento, no se han realizado arrestos, y las autoridades instan a cualquier persona con información a colaborar en la investigación.
A pesar del duro golpe, los dueños de Kicks Circuit planean reabrir sus puertas al público este mismo viernes, motivados por el apoyo recibido de su clientela y de la comunidad local. “Vamos a seguir adelante, porque sabemos que nuestros clientes están con nosotros”, aseguró Quintana. El robo ha reavivado el debate sobre la seguridad de los comercios en áreas comerciales de Miami y sobre la sofisticación creciente de grupos criminales dedicados al robo de mercancía de lujo, un mercado paralelo que mueve millones de dólares.
Miami es una ciudad con gran flujo de turistas, coleccionistas y revendedores. Artículos como zapatillas de colección, ropa de diseñador o joyería tienen enorme demanda en el mercado negro, donde se venden rápido y sin muchos controles. Esto hace muy atractivos los robos a tiendas específicas. El alto costo de vida en Miami y la desigualdad social también empujan a algunas personas hacia el delito. Además, los precios elevados de productos de lujo elevan el potencial de ganancia para quienes roban y revenden.
Los robos relámpago (flash robberies) son tendencia en varias ciudades de EE. UU. porque los delincuentes han comprobado que pueden sustraer miles de dólares en cuestión de segundos antes de que llegue la policía. Miami es una gran ciudad con múltiples vías rápidas, zonas residenciales dispersas y alta movilidad de personas. Los delincuentes pueden escapar rápido tras cometer el robo, lo que complica las investigaciones.
