Este viernes 20 de junio oficialmente inicia la temporada de verano en el hemisferio norte con la llegada del solsticio que no es más que el mayor nivel en el horizonte que alcanza el sol. El día de hoy es cuando el día suele ser más largo de lo normal y la noche más corta y como consecuencia se ha hecho costumbre que distintas culturas a nivel mundial festejen con fiestas y tradiciones muy particulares.
La palabra solsticio tiene su origen en el latín, combinando sol que significa sol y stitium, que se traduce como quietud o detención. Este término se emplea para señalar el instante preciso en que los polos de la Tierra alcanzan su mayor inclinación, ya sea hacia el sol o alejándose de él. Cuando el sol alcanza su punto más alto sobre el Trópico de Cáncer que se sitúa a 23.5 grados de latitud norte se produce el solsticio de verano.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU en ese momento la luz solar puede alcanzar México, India, Arabia Saudita, Egipto, Las Bahamas y algunas que otras regiones del sur de China. En cambio, los que viven al sur del planeta experimentan el día más corto del año y se produce oficialmente la llegada del invierno, en contraste con el hemisferio norte los países por debajo del Ecuador tienen sus días más largos entre el 20 y 22 de diciembre cuando el sol se encuentra directamente sobre el Trópico de Capricornio.
Normalmente el solsticio de verano se produce entre el 20 y el 22 de junio anualmente. Este 2025 ocurrirá a las 10:42 pm en que el sol alcanza su punto cumbre al norte del Ecuador. Desde la Edad de Piedra, las personas han reconocido el solsticio de verano, considerándolo una celebración significativa en numerosas civilizaciones antiguas.
Históricamente hay quienes celebran este fenómeno con el esparcimiento de cenizas de fogatas en los jardines con el fin de garantizar una buena producción agrícola, igualmente se emplean las coronas de hierbas y flores para defenderse de espíritus maliciosos, de acuerdo con History.com.
Aparna Venkatesan, profesora asociada del Departamento de Física y Astronomía en la Universidad de San Francisco hizo referencia a la importancia de este solsticio para las culturas mundiales. «La importancia del solsticio de verano para las culturas antiguas tenía muchos aspectos, incluido el calendario, la plantación de cultivos y la agricultura, el traslado de campamentos o lugares de alojamiento para los pueblos nómadas y ceremonias culturales anuales», explicó la experta.
Según History.com los romanos hace cientos de años festejaban el inicio del verano los festejaban con un ritual religiosos dedicado a Vesta la diosa del hogar. En aquellos tiempos las mujeres acudían a los templos de Vesta para hacer ofrendas y pedir que sus parientes obtuvieran prosperidad en sus vidas. En el caso de la antigua Grecia el solsticio indicaba la llegada del año nuevo y la festividad era dedicada a Cronos dios de la agricultura. En ese sentido los esclavos estaban autorizados incluso para disfrutar de las celebraciones que se hacían.
La forma en que fueron ubicados algunos monumentos antiguos como las pirámides de Khafre en la meseta de Giza y las de Keops sugiere que el antiguo Egipto también celebró la llegada del solsticio. Esta afirmación se basa en que el sol exactamente entre las dos pirámides cuando ocurre el fenómeno.
En el caso de América las tribus indígenas también disfrutan del solsticio, los siux, por ejemplo, bailaban vistiendo colores llamativos alrededor de un árbol. Un baile similar se realizaba en la famosa Rueda Medicinal Bighorn en Wyoming, una formación de piedras alineada con el amanecer en el solsticio veraniego. Las comunidades que quedan aún llevan a cabo ceremonias durante el solsticio, de acuerdo con información de History.com.
Otro monumento que está vinculado con el solsticio es el Stonehenge, el icónico círculo de piedras que datan de hace 5.000 años en el suroeste de Inglaterra. A pesar de que History.com no menciona que allí se realizaban rituales en la antigüedad atendiendo a la poca evidencia que existe, si afirma que hoy en día visitan el lugar cada año con vestimentas de varios colores para observar el nacimiento del nuevo día.
Gentes de distintas partes del planeta conmemoran el solsticio estival mediante celebraciones, fogatas, banquetes al aire libre, así como danzas y melodías autóctonas.
En Suecia, el solsticio veraniego se celebra a través de festividades estivales, mientras que los habitantes celebran la conclusión de un extenso invierno con múltiples costumbres ancestrales, como indica el Instituto Sueco. El día comienza con la recolección de flores y la elaboración de coronas que se colocan en los mástiles de mayo, los cuales son utilizados posteriormente para los típicos bailes en círculo.
Las creencias populares indican que las jóvenes solteras esconden debajo de las almohadas flores antes de acostarse a dormir para soñar con sus futuras parejas. Los ciudadanos suecos actualmente perciben esto como instante especial para el romance, de hecho este día se escoge para formalizar matrimonios o ceremonias de bautismo.
Los practicantes de la Wicca contemporánea, una fe pagana centrada en la naturaleza y con raíces en costumbres anteriores al cristianismo, rinden homenaje al Dios Solar durante el día más extenso del año, disfrutando de abundantes picnics en altares decorados con flores.
La celebración Wiccan Sabbat de pleno verano, o «Litha» simboliza el «pináculo del poder del Sol para alimentar la creciente estación.», según alega la escritora Liza Chamberlain, autora de «Wicca for Beginners: A Guide to Wiccan Beliefs, Rituals, Magic, and Witchcraft».
Anualmente, miles de practicantes de yoga de diversas partes del planeta se reúnen en Times Square, Nueva York, para conmemorar el solsticio de verano a través de clases de yoga sin costo. Desde su inicio en 2003, el festival de yoga titulado Solsticio en Times Square: Mind Over Madness Yoga ha tenido como objetivo ayudar a los residentes urbanos a mantenerse centrados, enfocados y en el momento presente, según los organizadores del evento.
En Inglaterra, los druidas contemporáneos son parte de los miles que acuden a Stonehenge, en Wiltshire, para presenciar el alba. Se afirma que la costumbre asociada a este monumento antiguo tiene raíces que se extienden a milenios.