Hace unos días un tiburón atacó a la niña de 9 años Leah Lendel ocasionándole graves heridas en uno de sus brazos mientras ella hacía snorkel en una playa de Florida de la costa oeste, lo cual provocó en los residentes y visitantes preocupación sobre los ataques de estos animales en los destinos turísticos del sur del estado.
Pocos días después las autoridades de Carolina del Sur informaron sobre otro ataque en Hilton Head Island donde una menor de 12 años de edad también salió herida tras la mordedura de un escualo, disparando así las inquietudes sobre posibles ataques futuros en las zonas costeras de Florida con el verano a la vuelta de la esquina, una temporada en la que la mayoría de las familias busca distraerse con sus hijos en el mar.
El ataque más cercano se produjo el pasado martes 17 de junio en Sea Pines, en Hilton Head Island de acuerdo con un reporte de CBS News. Hilton Head Island Fire Rescue en un comunicado destacó que la pequeña de la cual se desconoce su identidad recibió un ataque en una de sus piernas que a su criterio pudiera ser provocada por un tiburón.
La menor recibió atenciones médicas por parte del equipo de Shore Beach Services y los paramédicos antes de que la trasladaran en un helicóptero a un hospital cercano de Savannah, Georgia donde le atenderían médicos especializados. A pesar de que la niña perdió bastante sangre producto de la mordedura estas no ponían en peligro su vida, según explicó un rescatista en un audio a la central de emergencias que después obtuvo CBS News.
CBS News informó que este caso ocurre días después de que un tiburón casi le arrancara el brazo a Leah Lendel el pasado 11 de junio en Boca Grande cuando practicaba snorkel. Tras el ataque los equipos de emergencia transportaron vía aérea a la menor al Tampa General Hospital para operarla del brazo herido, allí permaneció por varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos según CBS News.
«No vi nada. Solo estaba haciendo esnórquel. Salí a respirar. Y entonces, algo duro me mordió y trató de llevarme. Luego levanto mi mano y está toda ensangrentada. Empiezo a gritar con mi mamá, confesó Leah en una conferencia de prensa.
La historia de la joven ha sorprendido tanto a los residentes como a los turistas que visitan las playas locales. La ola de incidentes ha suscitado inquietud entre quienes llegan. Naomi Vereb, una visitante en Hilton Head, comentó a la estación afiliada local de CBS, WTOC: Es realmente perturbador, la verdad. La preocupación ha crecido entre aquellos que piensan en disfrutar del verano en las playas del sureste de los Estados Unidos, donde tales sucesos han dado inicio a la temporada. Según investigadores mencionados por ABC News, los ataques de tiburones no provocados son raros, aunque existe la posibilidad de que sucedan.
El Archivo Internacional de Ataques de Tiburones, que no es más que una base de datos administrada por el Museo de Historia Natural de Florida y la Universidad de Florida en el año 2024 examinó 88 casos de encuentro con tiburones en todo el planeta. De los incidentes registrados, 71 se identificaron como mordeduras de tiburón confirmadas, mientras que 47 fueron clasificados como ataques no provocados. Los informes indican que entre estos últimos, cuatro resultaron en la muerte de las víctimas.
La evaluación realizada por profesionales enfatiza que, a pesar de que la posibilidad de experimentar un ataque de tiburón permanece baja, la aparición de estos seres en áreas turísticas puede provocar miedo entre las personas que nadan, especialmente cuando los casos afectan a niños. En tanto las autoridades de estas zonas de Florida intensifican las medidas de seguridad con el objetivo de ante este tipo de sucesos actuar con la mayor prontitud, que es un eslabón clave en el servicio de emergencias.
Estas actuaciones rápidas de los rescatistas permitieron que ambas niñas llegaran a los centros de salud al menos estables donde se encuentran los equipos necesarios para atenderlas mejor de estos ataques. La llegada del verano a las costas del sureste de Estados Unidos ha sido impactada por estos dos incidentes, los cuales han generado un intenso debate sobre la seguridad en las áreas de recreo acuático y la importancia de monitorear la actividad de tiburones en las aguas cercanas a la costa.