
Un reporte de la agencia de noticias KTVX afiliada de ABC en Salt Lake City informó que la adolescente Alisa Petrov de 15 años de edad que se encontraba desaparecida desde el 21 de abril apareció con vida y actualmente goza de buena salud, mientras uno de los sospechosos se encuentra bajo custodia policial por tener vínculos presuntamente directos con la víctima.
De acuerdo con el anuncio las autoridades después de tres semanas encontraron a la menor de edad en Colorado Springs. Matthew Nicholas Menard, un individuo de 35 años residente en el barrio Silver Bluff de Miami, se entregó a las autoridades de South Jordan, Utah, el miércoles. Las fuerzas del orden informaron que estuvo involucrado en conversaciones inapropiadas con ella, lo que resultó en múltiples acusaciones.
Las autoridades informaron que los dos discutieron la posibilidad de encontrarse en Las Vegas, y Menard, además, propuso la idea de contratar a una trabajadora del sexo para participar en un encuentro sexual grupal. Diferentes periódicos dijeron hace unos días que la chica se le vio bajar de un tren en Provo Utah buscando información de dónde quedaba Las Vegas.
Además del principal sospechoso las autoridades arrestaron a Samuel Mitchell, de 41 años, de Herriman, Utah y William Taylor Glines, de 37 años, de Texas City, Texas por sospechas al tener vínculos con la menor a través de las redes sociales. Menard mientras tanto debe acudir a la corte este lunes por indicación del tribunal.
Alisa Petrov desapareció el 21 de abril de 2025 en South Jordan, Utah. Desde entonces, su familia y las autoridades buscaron pistas que permitieron encontrarla y asegurar su regreso seguro a casa. Según la información proporcionada por la policía, la adolescente estaba en contacto con personas a través de redes sociales y posiblemente buscaba reunirse con ellas en persona.
La identificación de Menard provino de un cyber tip o aviso cibernético, una herramienta crucial en la lucha contra desapariciones relacionadas con actividades en línea. Para llevar a cabo el arresto de los involucrados el Departamento de Policía de Texas y el FBI en Salt Lake City trabajaron en conjunto, demostrando que la colaboración interestatal es clave en casos como estos, donde las comunicaciones digitales y los movimientos geográficos pueden abarcar varios estados.
Los avisos cibernéticos o cyber tips son reportes generados por plataformas de redes sociales, proveedores de servicios de internet o ciudadanos que alertan a las autoridades sobre posibles situaciones de riesgo que involucran a menores. En este caso, el aviso fue decisivo para identificar al hombre de Texas que podría haber estado en contacto con Alisa.
Este tipo de herramientas ha revolucionado la forma en que se abordan las desapariciones de menores en la era digital, permitiendo una respuesta más rápida y focalizada frente a amenazas que se desarrollan en el entorno virtual.
Hace días atrás los padres de Alisa expresaron su preocupación por la ausencia de su hija. En una entrevista que ofrecieron manifestaron que no habían tenido contacto con la niña y que su comportamiento en las redes había cambiado considerablemente puesto que no había utilizado sus redes sociales, algo poco inusual en ella.
«No tenemos ningún contacto con Alisa, lo cual es muy angustiante. Ella no está usando sus redes sociales, a las que estaba muy apegada. Por favor, regresa, y quienquiera que la tenga, debería dejarla ir porque esto está muy mal. Esto no está bien», dijeron los parientes reflejando el dolor y la incertidumbre que viven muchas familias cuando un ser querido desaparece, especialmente cuando esta desaparición se vincula con personas desconocidas.
El caso de Alisa Petrov pone en evidencia los peligros que enfrentan los adolescentes en la era digital. Las redes sociales, aunque son una herramienta de comunicación y entretenimiento, pueden ser también un canal para que personas con malas intenciones se acerquen a menores.
Los especialistas en seguridad y protección infantil recomiendan a los padres y tutores supervisar el uso que los jóvenes hacen de estas plataformas, educarlos sobre los riesgos y fomentar una comunicación abierta para que los adolescentes se sientan cómodos compartiendo cualquier situación incómoda o sospechosa.