La administración del expresidente Donald Trump ha dado un paso más en su política migratoria con un anuncio que ha generado gran expectativa y debate entre la comunidad inmigrante en los Estados Unidos. Según informó recientemente la Secretaria de Seguridad Nacional, se ha implementado un plan para incentivar a los inmigrantes que se encuentran en situación irregular a que opten por la auto-deportación voluntaria, ofreciéndoles un estipendio económico y asistencia para el viaje de regreso a sus países de origen.
El plan de auto-deportación: ¿en qué consiste?
El programa anunciado consiste en ofrecer a los inmigrantes indocumentados un incentivo económico de $1,000 dólares por persona para que decidan salir voluntariamente del país. Además, el gobierno cubrirá los gastos del pasaje aéreo de regreso a su lugar de origen. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo conjunto del equipo de seguridad nacional y las autoridades migratorias para reducir el costo y la complejidad que implica la detención y deportación forzosa.
Uno de los aspectos centrales del plan es el uso de la aplicación CBP Home App, una herramienta digital desarrollada por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés). Los interesados deben descargar la aplicación, completar un formulario con sus datos personales, indicar su intención de regresar a su país y seleccionar la fecha en que planean hacerlo. Posteriormente, recibirán el pago estipulado y la asistencia para el viaje.
De acuerdo con la Secretaria de Seguridad Nacional, este método representa un ahorro significativo para el gobierno, estimado en un 70% respecto a los costos habituales de arresto y deportación. Así, se busca no solo reducir gastos, sino también facilitar un proceso menos traumático y más ordenado para quienes decidan regresar voluntariamente.
Detalles clave y procedimiento para acceder al incentivo
Aunque el anuncio oficial confirmó la cifra y la existencia del programa, aún quedan dudas sobre los procedimientos exactos para obtener el dinero y los pasos posteriores. La Secretaria de Seguridad Nacional enfatizó que la auto-deportación es la opción más segura y menos costosa para evitar un arresto, y alentó a los inmigrantes a utilizar la aplicación CBP Home para iniciar el proceso.
El mensaje principal de la autoridad fue claro: “Si usted está ilegalmente en los Estados Unidos y se autodeporta, es la mejor opción para evitar un arresto y las complicaciones legales que conlleva”. Además, el Departamento de Seguridad Nacional ha reforzado este mensaje con campañas publicitarias y acciones concretas, como la cancelación de ciertos beneficios y permisos de trabajo para algunos grupos de inmigrantes.
Por ejemplo, se ha informado que los permisos de trabajo otorgados bajo ciertas categorías, como CP1, serán revocados a partir del 13 de mayo, lo que presiona aún más a quienes no cuentan con un estatus legal para que consideren la opción de auto-deportarse. En contraste, para los beneficiarios del parol humanitario existe una orden judicial que impide la cancelación de su estatus legal, aunque esta protección no aplica para todos los casos.
Ventajas y desventajas de la auto-deportación
El gobierno busca destacar que la auto-deportación ofrece ciertas ventajas en comparación con la deportación forzosa. Una de las principales es la posibilidad de regresar a los Estados Unidos en el futuro, dependiendo de las circunstancias individuales y de las leyes migratorias vigentes. Si una persona es deportada por las autoridades, generalmente enfrenta una prohibición permanente para volver a ingresar al país.
Por el contrario, quienes optan por salir voluntariamente pueden evitar sanciones más severas y conservar una mejor posición para futuras solicitudes migratorias. No obstante, esto no significa que la recuperación del estatus sea automática ni sencilla, ya que cada caso depende de múltiples factores, como el tiempo de estancia ilegal y la situación en el país de origen.
Otra ventaja significativa es la oportunidad de organizar los asuntos personales antes de partir. Al auto-deportarse, la persona puede vender sus propiedades, liquidar cuentas y preparar su salida de manera ordenada, evitando la incertidumbre y el estrés que genera un arresto repentino. Por ejemplo, el caso de Heidy, una madre cubana que fue detenida y deportada rápidamente en Tampa, ilustra las dificultades que enfrentan quienes no tienen tiempo para poner en orden sus pertenencias.
Sin embargo, la decisión no es sencilla para todos, especialmente para quienes provienen de países con regímenes autoritarios o situaciones políticas complejas como Cuba, Venezuela o Nicaragua. El regreso puede implicar enfrentar condiciones difíciles o incluso peligrosas, lo que convierte la opción en una elección personal que debe ser evaluada cuidadosamente, preferiblemente con asesoría legal.
Reacciones y opiniones sobre el incentivo económico
El anuncio de los $1,000 dólares como incentivo ha generado opiniones divididas dentro de la comunidad inmigrante y expertos en migración. Algunos consideran que la cifra es insuficiente para cubrir los costos personales y emocionales de regresar, especialmente para quienes han construido una vida en Estados Unidos. Otros opinan que, en ausencia de alternativas legales, este tipo de programas puede ser una solución pragmática para evitar detenciones y procedimientos judiciales largos.
Desde el punto de vista del gobierno, esta medida representa una estrategia para reducir la carga financiera y logística que implican las deportaciones tradicionales. Al incentivar la salida voluntaria, se minimizan los riesgos para las personas y para las autoridades, y se agiliza el proceso migratorio.