
“No se desesperen”, fue el llamado del Presidente tico y luego reconoció “entendemos la ansiedad”, para agregar que su administración seguirá haciendo las gestiones con otros países “para que estas personas lleguen a su lugar de destino”.
Las autoridades de Costa Rica temen que tantos días sin una solución y tanta gente albergada podrían llevar a la desesperación y a una situación complicada en las zonas fronterizas.





