Una madre cubana con su hija enferma con fiebre, angustiada por la demora de los mĆ©dicos en atender a los niƱos, empezĆ³ a protestar en la sala de espera del hospital:
āĀæDĆ³nde estĆ” la cubanĆa aquĆ? No se justifiquen mĆ”sā¦ āque no hay, que no hayā. A ver, ĀæquĆ© vamos a hacer? Yo necesito que me atiendan a mi hija. Si no lo van a hacer, yo me voy para mi casaā, dijo el sĆ”bado despuĆ©s de una prolongada espera para que atendieran a su hija.
El usuario identificado como Adalberto R. Mesa Duarte, grabĆ³ el momento en que la madre protestaba alterada ante el desespero de ver a su hija con fiebre y sin ser atendida.
āMi hija convulsionĆ³. Y la mandan paā aquĆ, paā allĆ”. ĀæQuĆ© tengo que hacer? Yo tengo corazĆ³n de madreā, mientras se golpeaba el pecho: āMiren cuĆ”ntos niƱos hay aquĆ y la hora que es. ĀæQuĆ© pin… les pasa?ā
La joven madre que perdiĆ³ la paciencia, explica que viajo 50 kilĆ³metros desde el hospital de Aguada de Pasajeros para llegar a la ciudad de Cienfuegos, denunciando las horas esperando sin ser atendida por un mĆ©dico su hija, asĆ como tambiĆ©n la falta de transporte y ambulancias para el traslado de pacientes.
Ā āĀ”No hay dignidad!ā, dijo ante el desespero, āYo quiero que atiendan a mi hija. Que me digan quĆ© hay que hacer. Si hay que comprar medicamentos, los compro. Doy el boā¦, doy el cuā¦, pero se los compro. ĀæQuĆ© hay que hacer?ā dijo ya descompuesta la madre.
āSomos 5 para 200ā, se escuchĆ³ a un mĆ©dico justificando la demora por la falta de personal y el elevado nĆŗmero de niƱos enfermos esa noche en el centro de salud.
āEstoy hablando por todas las madres que estĆ”n aquĆ desesperadas. No me importa que ellas no hablenā¦ Mira eso cĆ³mo estĆ” allĆ” atrĆ”s [lleno de personas]. Mira la hora que es, cuĆ”ntas madres hay aquĆ desesperadasā
Por su parte el usuario Mesa Duarte que hizo la grabaciĆ³n el dĆa 16 de julio a las 11 de la noche en el Hospital PediĆ”trico de Cienfuegos, denuncio:
āPara esos que aĆŗn guardan silencio… para esos āotrosā que, de forma inmoral y por intereses mezquinos, aĆŗn justificanā¦ Ā”CUBA SE ESTĆ MURIENDO!ā
āMira la hora que es. Mi hija estĆ” desde las 5 de la tarde en el hospital de Aguada de Pasajeros. La iba a traer en un carro, pero me dijeron que tenĆa que ser en la ambulancia, pero estaba rota. Esperando, salimos a las nueve de la noche y Ā”mira la hora que es!ā, refiriĆ³ la joven, que dijo entender que habĆa que hacer la cola y esperar, pero que habĆa que hacer las cosas āun poquito mejorā, dijo la madre que alzĆ³ la voz.
āHay niƱos cagĆ”ndose y vomitĆ”ndose en el medio del pasilloā¦ Disculpen mis palabras y mi voz. Yo me sĆ© dirigir en buena forma a las personas, pero cuando se trata de la vida de mis hijos, no entiendoā, agregĆ³.