
«La apertura de la embajada cubana es otro ejemplo de la larga y lenta capitulación de la administración ante las dictaduras opresivas alrededor del mundo», dijo Cruz en un comunicado.
«No existe absolutamente ninguna razón para legitimar y enriquecerles ahora, y es mi esperanza que este gesto tranquilizará aquellos que luchan por la libertad en Cuba sabiendo que hay todavía alguien que les apoya en Estados Unidos», afirmó el senador.






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