
Las autoridades aprovecharon una vez más los casos de drogas para criticar las personas que aceptan traer equipajes a cambio de compensación o como también se les conoce por el nombre de «mulas».
Entre los envíos de drogas interceptados por la Aduana en Cuba se decomisaron 44 kilogramos de cocaína, así como también pequeñas cantidades de marihuana, hachís y cannabinoide sintético. Muchas de las drogas venían escondidas en piezas de yeso, cerámica, tablas de mesas para computadoras, baterías, bafles, tubos de bicicletas, artículos de aseo personal, alimentos, entre otros objetos.





