
Juan Carlos Tejedor Ravelo tomo la decisión después de permanecer cinco meses en la ciudad de Miami a donde llego por un tercer país. Para no perder su trabajo en Cuba durante estos cinco meses Juan Carlos Tejedor Ravelo dijo que había pedido vacaciones y una licencia sin sueldo en la isla.
«Aquello era demasiado difícil porque le exigían a uno que no podía quitar ni una coma, ni un punto, ni equivocarse con lo kilométricas que eran» dijo refiriéndose a tener que leer muchas veces las llamadas «Reflexiones de Fidel Castro».






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