Periodistas oficialistas cómplices de los actos de repudio que organiza el régimen contra el movimiento Clandestinos, que a tan poco días de haber surgido ha acaparado la atención de miles de usuarios en la red, y mantiene en jaque a las fuerzas de la tiranía en La Habana.
Reporteros de las revistas estatales Bohemia y Verde Olivo se reunieron el pasado lunes 6 de enero, en un mitín repudio contra el grupo opositor, pero sin que los miembros de Clandestinos estuvieran presentes.
El ensayista e investigador José Luis Toledo Sande, quien presidió el acto político en la sede de Bohemia, en San Pedro y Boyeros, La Habana, tildó a los miembros del movimiento de «inescrupulosos», «delincuentes» e «inmundos» por la premeditada profanación.
Sande aprovechó la ocasión para decir que «la contrarrevolución encarna una actitud antinacional», de ahí «la necesidad de mantenernos en guardia, listos a encarar todas las agresiones».
El acto tuvo lugar junto a un busto del apóstol, obra del escultor José Ramón De Lázaro Bencomo, concluida en 1984.
Clandestinos llamó la atención en la red al publicar fotos de estatuas de José Martí, que amanecieron teñidas de rojo el 1 de enero, fecha en que el régimen celebró el 61 aniversario de su llegada al poder. Los hechos han sido criticados por algunos en las redes, y aplaudidos por otros.
Lo cierto es que Clandestinos no busca mancillar la figura de Martí, como el Gobierno de la Isla quiere hacer ver, sino reivindicar al apóstol, utilizado para los fines del Partido Comunista de Cuba (PCC) y del castrismo desde hace más de seis décadas.
El movimiento surgido en los primeros días de 2020 también ha colocado letreros como: «No + Castros»; «El pueblo tiene hambre», entre otros, como señal de protestas frente a la dictadura comunista.
6 Comentarios