La economía de los Estados Unidos creció un 2.1% en los meses del tercer trimestre, más de lo que se había estimado a un 1.9%.
La cifra fue confirmada de acuerdo al Producto Interno Bruto (PIB) según la Oficina de Análisis Económico.
Estados Unidos comenzó el año con un fuerte crecimiento del 3,1% en el primer trimestre, pero luego se desaceleró. La fabricación, tanto en los Estados Unidos como a nivel mundial, fue duramente afectada por la guerra comercial en curso con China, que pesó en las exportaciones y encareció los materiales.
La guerra comercial también ha mantenido a muchas compañías en el modo de espera con respecto a las inversiones comerciales. Además, los efectos positivos de los recortes de impuestos de 2017, que dieron un impulso a la economía, también disminuyeron este año.
A pesar de que la economía de Estados Unidos depende más del gasto del consumidor que de los industriales, los analistas se han preocupado de que la debilidad de la fabricación pueda extenderse a otros sectores y eventualmente influir sobre el costo.
Hasta ahora, este no ha sido el caso, a pesar de que los datos de confianza del consumidor en el tercer trimestre mostraron que los estadounidenses se han vuelto más preocupados por la guerra comercial.
Para este fin de año se espera que las compras navideñas sean fuertes, antes de que la próxima ronda de aranceles a las importaciones chinas llegue el 15 de diciembre.
«Podemos estar agradecidos de que la economía todavía esté en un buen lugar con un crecimiento económico un poco mejor», dijo Chris Rupkey, economista financiero jefe de MUFG.
Lo que esto significa según el economista Rupkey es que «la recesión no se ve por ningún lado y no debería estar en el radar de nadie en 2020».
(Con información de CNN Business)
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