En una entrevista con Oliver Stone, Fidel Castro reflexionó sobre cómo le gustaría que le recordase su pueblo una vez el estuviera muerto.
Castro respondió con una frase de Martí: «Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz». Así, el ex presidente cubano expresó que nunca dedicó tiempo a pensar sobre su muerte, huyendo así del culto a la personalidad.
Aunque no se puede decir que es humilde que haya sido homenajeado durante nueve días y que sus cenizas hayan recorrido el país mientras miles de personas las han despedido.
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