En su visita a la provincia de Granma esta semana, el designado gobernante cubano Miguel Díaz-Canel admitió la crisis que vive la Isla comunista, informa Diario de Cuba.
«Sabemos que estamos viviendo tiempos difíciles», expresó el sustituto de Raúl Castro.
«Hemos tenido problemas de abastecimiento, de financiamiento y otras limitaciones producidas por las nuevas medidas de Estados Unidos, la persecución financiera y el recrudecimiento del bloqueo», añadió.
Aunque la escasez alimentaria es un tema que preocupa a los cubanos a diario, desde finales de 2018, aunado al debabastecimiento de combustible que ha desencadenado una crítica situación con el transporte en varias provincias del país; el pasado 10 de abril, Raúl Castro negó que la Isla estuviese retornando a un período especial.
Sin ofrecer detalles, ni referirse a las penurias que sufre el pueblo cubano, el general en aquella ocasión dijo que era necesario estar alerta y consciente de las dificultades adicionales que se enfrentan en la Isla, y adelantó «la situación pudiera agravarse en los próximos meses».
Díaz-Canel insistió en que Cuba saldrá adelante, pero no habló sobre las medidas que adopta el régimen para resolver las dificultades que se hacen sentir cada día con más fuerza en el país.
Para cerrar su explicación del problema, el designado presidente enfatizó: «nada de eso nos amilana y con firmeza vamos a seguir combatiendo y vamos a seguir venciendo. Ese es el mayor homenaje que podemos hacer a Fidel y la mejor manera de perpetuar la Revolución».
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