Yoani Sánchez, periodista y creadora del diario independiente 14ymedio, utilizó la cuenta de Facebook del medio de prensa, para ofrecer una breve alocución, en referencia a la toma de posesión del nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
La bloguera detalló que en las calles de La Habana, donde ella reside las personas tienen opiniones muy polarizadas al respecto, según comentó algunos piensan que es un hombre de continuidad y “no cambio”, y que para el régimen cubano es una forma de lavar el rostro ante la comunidad internacional.
Sánchez advierte que hasta el año 2021 al menos Raúl Castro mantendrá el control del país, la periodista comenta que no obstante un sector de la población le da a Díaz-Canel el beneficio de la duda, por pertenecer a una generación más joven, y “al no tener sangre en las manos”, y “no haber sido responsable ni de los fusilamientos, ni de las confiscaciones que caracterizaron al régimen en sus primeros años, pues tiene una oportunidad de empezar la página en blanco”.
La también filóloga anuncia que se prevé que en las próximas semanas el nuevo presidente desarrolle una intensa agenda en el país y en el exterior, esta última buscando la legitimidad de la comunidad internacional.
Yoani señala que Díaz-Canel tiene retos importantes que va a tener que resolver, como la unificación monetaria tan vilipendiada, elevar los salarios, atraer un volumen de capital extranjero que logre sacar a Cuba de la crónica crisis económica, autorizar nuevamente las licencias al sector privado, por el momento paralizadas, abrirse económicamente, entre otras cosas.
Para terminar apuntando a las reformas políticas que deben hacerse en la Isla, como actualizar la constitución, la creación de una nueva ley electoral, y deja abierta la posibilidad de que abra el país a diferentes medios de prensa independiente, y de que permita la creación de nuevos partidos, distintos al PCC (Partido Comunista de Cuba), sobre estos dos últimos aspectos, la activista alerta pertenecen a un plano ideal, y lo deja como una “gran incógnita”, puesto que muchos dudan de la capacidad del nuevo presidente para desligarse del régimen cubano, cuando parece ser una marioneta controlada tras bambalinas.
