Trabajadores sexuales en Cuba piden se legalice la prostitución en la nueva Constitución

Jóvenes cubanos que sobreviven ofreciendo sus servicios sexuales, principalmente a turistas extranjeros, plantean que si en la modificación de la Constitución, que data de 1976, se incluye aprobar el matrimonio igualitario, también la prostitución debería dejar de ser penada.


Una joven de 23 años graduada de informática, recorre con sus amigas algunos bares de moda en La Habana, donde de acuerdo a Diario Las Américas, una cerveza fabricada en la Isla cuesta 4 CUC, y unas tapas rondan el equivalente a los 7 dólares.

“Vamos a bares privados donde no hay tanto ‘fuego’ (vigilancia) y en el bolso cada una lleva 30 o 40 CUC. Como somos jóvenes y atractivas y tenemos buenos cuerpos, no parecemos jineteras mediocres. Casi siempre ligamos un ‘yuma’ (extranjero) un cubanoamericano. No pedimos explícitamente dinero.

Pasamos la noche bailando, bebiendo y picando algo. Luego nos vamos a la cama. Por lo general nos dan 100 CUC, a veces 200, depende del tipo. Los españoles pagan poco, los griegos e italianos son unos tramposos y les gusta formar chanchullos. Los mexicanos, canadienses y americanos son buenos clientes. Pero los cubanos que viven en Estados Unidos son los mejores. Ellos nos entienden como nadie. Tengo un novio que maneja una rastra en Miami que todos los meses por la Western Union me gira 200 fulas e incluso me regaló un iPhone 8”, explica Solange, quien pese a haber estudiado en la universidad, se dedica a la prostitución.

Otra joven que se dedica también a ofrecer sus servicios sexuales, procede de una familia disfuncional, y es madre de una niña de un año de edad.

Su historia es la siguiente, al cerrar el central azucarero de su pueblo, en una provincia oriental de Cuba, su madre huyó de su casa para escapar de las golpizas de su padre borracho, y además violento, en aquel entonces frustrado por haber trabajado toda la vida en el ingenio.


“Eso fue a principios de los 2000, cuando Fidel [Castro] mandó a cerrar más de cien centrales en todo el país. Mi padre que se había convertido en un alcohólico, sobrevivía vendiendo queso casero y barras de guayabas en la carretera. Yo tenía dos años, crecí sin el amor de mis padres y con el acoso sexual de algunos parientes. Mi infancia fue pobre, triste y aburrida, por eso a los 14 años me fui con unas amigas para Santiago de Cuba.
Allí empecé a jinetear. Lo que apareciera, un extranjero o cubano con billete. Una noche me monté en un tren y después de veinte horas aterricé en La Habana, donde ya llevo seis años. Tengo meses de hacer 500 o 600 fulas y otros que el dinero solo me alcanza para comer. Siempre le giro dinero a una tía que me cuida a la niña allá en Oriente. No sé vivir de otra forma. No me quejo”, explicó.

Ambas opinan que el régimen cubano debiera legalizar la prostitución, “ahora que en la nueva Constitución hablan tanto del matrimonio homosexual, debieran legitimar el ‘jineteo’, si en Cuba ya hay cantidad de jineteras. El ‘jineterismo’ no hay quien lo frene. Cada persona es responsable de su cuerpo. Y la prostitución es el oficio más viejo del mundo”, comentó una de ellas.

El ofrecer sexo en la Isla, a cambio de dinero o regalía no es un oficio al que se dedican solamente mujeres jóvenes, también existe la prostitución entre hombres.

“Antes el ‘fuego’ era tremendo. Ahora, con todo lo que ha generado el matrimonio homosexual y el respeto hacia la orientación sexual, la policía ya no nos molesta cuando estamos en nuestras cosas. Niño, nosotros luchamos igual que las putas. Aunque cobramos menos, los clientes no nos faltan. A la vuelta de cinco años, Cuba será una plaza gay al nivel de Río de Janeiro o Barcelona”, dijo Ángel, un mulato que no deja de ir a un gimnasio privado.

No existen estadísticas oficiales del número de “jineteras” en Cuba, una ex trabajadora social, calcula que solamente en la capital de la Isla hay entre 10.000 y 15.000 trabajadoras sexuales, o incluso más.

(Con información de Diario Las Américas)


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *