La organización Archivo Cuba denuncio que el gobierno de Cuba negocia con órganos de personas sin consentimiento de los cubanos. Según la directora ejecutiva de Archivo Cuba, Maria Werlau, el gobierno cubano de beneficiarse de «la venta de productos sanguíneos y partes corporales, la migración forzada, el trabajo forzado de presos y menores de edad y el tráfico sexual».
«El negocio —indica Archivo Cuba— carece del consentimiento requerido de alrededor de 400.000 ciudadanos cubanos que anualmente donan su sangre, presionados en campañas masivas supuestamente altruistas a nivel nacional».
La organización acusa al gobierno de utilizar la sangre que los cubanos donan para los hospitales en Cuba para venderla en el mercado internacional.
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