El terminal de ómnibus de La Habana, es sin duda una pesadilla para los ciudadanos que tienen que padecer cada día del pésimo servicio que reciben.
Prácticamente, es un “sálvese quien pueda” pues cada persona tiene que espabilarse y sortear todo tipo de irregularidades.
Una ciudadana, afirmó:
“Mira cómo está eso allí, parece un oeste” y esta es la situación que día a día viven propios y extraños para retirar sus equipajes en el lugar.
“Esto es un poco de autobuses donde no hay organización, para uno recoger el equipaje” continuó.
Muchos usuarios opinan que: “deberían hacer una cosa más cómoda o mejor para la población”.
En muchas de las agencias los pasajeros se quejan del tiempo que utilizan para comprar un pasaje, las listas de esperas son interminables.
Los cubanos, temen sobre todo por la escasez de combustible que, parece ser un hecho que pronto tendrá que enfrentar el sector del transporte público en Cuba.
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