Las mujeres en la cárcel El Guatao quieren suicidarse, relata una valiente opositora cubana que permanece allí presa

Las cárceles cubanas son conocidas por estar entre las peores de América Latina, una presa política testimonia el horror al que someten a muchas mujeres en las prisiones de la Isla.


Melkis Faure Hechevarría, fue sentenciada a siete años de privación de libertad en una causa conjunta por desacato, atentado y desorden público.

En una conversación telefónica con el coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Zaqueo Báez, la opositora denunció los maltratos físicos, la falta de atención médica y el rigor de la vida en prisión, en la cárcel El Guatao, en Artemisa.

“Esto está malo, Zaqueo, por todo te ponen reportes, por todo te mandan a la celda (de castigo), por reclamar tus derechos te hacen atrocidades, Zaqueo”, declaró la miembro de la célula “José Martí” de UNPACU.

Faure permanece presa desde el 6 de agosto de 2016, por aquella fecha protagonizó una protesta en la calle Monte, de La Habana Vieja.

“Mira, te voy a contar: Principalmente en la celda dan hasta golpes. No puedes reclamar a la policía (Grupos de Orden Interior) ni la alimentación ni la asistencia médica porque te dan golpes. A mí no me han dado, pero he visto presas a las que les han dado. Un día vi un caso de una presa que la esposaron a la litera, la Segunda de aquí del penal le puso hasta la media, se la quitó y se la puso en la boca porque esa presa estaba reclamando. A ‘Neneco’, a Natalia Durán Zulueta la esposaron atrás por reclamar también por su comida. He visto hasta las mujeres esposarlas en cuatro, como si fueran Jesucristo, a la litera, por reclamar nada más”, son algunas de las declaraciones de la disidente que esta semana se dieron a conocer a través de YouTube.


“Yo he visto aquí a las mujeres, de tanto que las torturan, quererse ahorcar, intentar ahorcarse, cortarse (las venas), todo eso, de tantas cosas que les hacen aquí”, detalló.

“La atención médica es deficiente, ahora hasta por reclamarle al médico, por decirle que quieres verlo te ponen un reporte. Puedes ir hasta celda por decirle al médico lo que tú sientes”, alegó la activista.

“La alimentación es lo más pésimo que hay acá adentro, malísima: a veces el picadillo está podrido, el arroz está crudo, todo es malo…”, prosiguió.

Sin mencionar apellidos, Faure identifica a través de nombres a los oficiales que cometen los abusos, Tony, Marcos, Dainobis, son algunos de los que nombra.

“Estoy fuerte, yo me mantengo aquí y que mis ideales nunca van a cambiar. Por muchas cosas que me castiguen, que ellos piensen que me estén haciendo un castigo por estar presa, yo nunca voy a cambiar… mis ideales lo que se hacen más fuertes cada día en contra de este sistema dictatorial que estamos viviendo”, aseveró la opositora con extraordinaria valentía en un mensaje a quienes la apoyan dentro de Cuba y desde fuera.

Faure y Sonia de la Caridad González salieron a las calles de La Habana, manifestándose por la falta de alimentos y medicinas para los cubanos; ese fue su «gran delito» bajo una tiranía.

(Con información de Martí Noticias)


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