Escasez de combustible en Guantánamo, provoca las quejas de la población, y peleas en las gasolineras de la provincia

“La gente se mete una o dos horas en una cola para comprar gasolina, y a veces hasta se pelea”, comentó un trabajador de la tienda de la gasolinera de la comunidad Confluente en Guantánamo.


Desde transportistas privados como estatales sufren desde hace un mes las consecuencias de una crisis en el suministro de combustible a las gasolineras de esa provincia del país.

Según chóferes cuentapropistas hay baja disponibilidad de gasolina, y tienen que trasladarse a otros municipios para llenar sus depósitos.

“¿Tú crees que es normal que la pipa lleve gasolina al CUPET de San Justo y que al mes, cuando se acaba, llenen entonces en el Sur y así? Yo he tenido que ir a El Salvador para poder conseguir gasolina porque, como allá no hay mucha demanda, tarda más en acabarse. Pero si calculo lo que gasto en ir y virar, me sale en 40 pesos el litro y así no da la cuenta porque eso es precisamente lo que le saco de ganancia a cada litro”, se quejó un chófer a Diario de Cuba.

La situación de quienes se conocen popularmente como “boteros” no es distinta a la de los conductores de organismos del Estado.

“Tienes que estar una hora o más en una cola y, para colmo, tienes una tarjeta que debería asegurarte el combustible, pero casi nunca hay”, dijo un chofer de una rastra de una entidad estatal.


De acuerdo a un empleado del gobierno, que pidió hablar bajo condición de anonimato, por temor a las represalias, “el precio de la gasolina varía de acuerdo con la calidad y con quien la compre”.

“La gasolina especial cuesta 1.20 CUC y la B-83, de menos calidad, cuesta 0.80 CUC. Ahora, en el caso de las empresas estatales asignan una cuota mensual a una tarjeta con la que podemos comprar en cualquiera de las gasolineras. Claro que esa gasolina sale más barata, algo que los particulares critican. Como trabajadores ellos también deberían tener derecho”, prosiguió.

“A menudo se discute y en ocasiones la cosa se calienta y hasta golpes se tiran. Todo porque una gente que está dos horas haciendo la cola no va a permitir que el que está comprando le haga el favor a amigos que llegaron fresquecitos de sus casas”, explicó un entrevistado sobre los altercados en las largas colas.

El hombre opina que la culpa de los incidentes la tiene el Gobierno cubano, que solo abastece una gasolinera en toda la ciudad, hasta esperar que ya no haya combustible, para abastecer otra.

Para quienes dependen de la gasolina para trabajar y sustentar a sus familias, el escenario es caótico, mucho peor para aquellos que tienen que utilizar el transporte público en Cuba, colapsado desde el llamado período especial.

“Las colas son insoportables, pero hay que hacerlas porque, si no, ¿cómo trabajo, cómo compro comida o una pieza que le haga falta al motor? Lo peor de todo es que, si no trabajas, estás en un problema aún mayor, ya que no entra nada y sale demasiado”, detalla otro cubano afectado.

(Con información de Diario de Cuba)


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