¿Escases o crisis de los medicamentos en Cuba?

Para nadie es un secreto, que en Cuba existe ya desde hace buen tiempo, una severa escases de medicinas. Si no son nuestros padres los afectados, entonces es un vecino o un familiar. Lo cierto es que hasta los llamados medicamentos controlados que se despachan por un tarjetón, pueden llevar semanas y hasta meses sin entrar en las farmacias.


Cualquier fármaco es vital, pero al hablar de controlados, nos referimos a los de la presión arterial, la diabetes o algunos tan sensibles como los de psiquiatría. Cualquier otro padecimiento tiene siempre algún que otro medicamento sustituto en caso de escases, pero cuando se trata de las enfermedades nerviosas un cambio de medicina puede provocar muchísimos problemas secundarios.

La ausencia de medicamentos es amplia y variada, pero principalmente puede ejemplificarse con algunos que son claves y de los más demandados por los pacientes como: Clortalidona, Captopril, Alusil, Aspirina, Ibuprofeno, Domperidona, Dipirona, Enalapril, Ergofeína, Meprobamato, Hidroclorotiazida, Paracetamol, Ranitidina, Alopurinol, Ácido Fólico.

Las farmacéuticas por su parte, permanecen horas ociosas y al preguntarles por un producto, la respuesta casi siempre es la misma: «No hay, está en falta».



Pasan semas y la gente tiene que votar la receta que prescribe el médico, pero antes les queda el mal sabor de haber gastado un tiempo considerable en ir más de una vez a la farmacia, preguntar cuando abastecen o simplemente madrugar para ver si el día que surten productos entró el medicamento anhelado.


«Yo soy asmática y no me puede faltar el salbutamol. Estoy cansada de venir y siempre es lo mismo. Cuando me falta el aire tengo que subir al policlínico que me queda a 3 cuadras que son prácticamente lomas. Esto no va a cambiar más nunca”, asegura Amada Llorente del habanero municipio de 10 de octubre.

Reynol García nos dice también que la presión se le ha disparado muchísimo. Hace más de 1 meses que él está detrás de la Clortalidona y no logra alcanzar nunca. “Cuando me avisan que llegó voy corriendo a la farmacia, pero como traen un poquito, no alcanza porque la cola es inmensa. Por eso tengo que acudir siempre a comprarlo por otras vías.”

Un mercado clandestino de medicinas



Las medicinas siguen faltando en las unidades farmacéuticas, pero lo peor es que muchas veces puedes encontrarlas “por la izquierda” como se dice en buen cubano. No son pocos los acaparadores que, en convenio con los propios dependientes de las farmacias tienen una red de comercialización y reventa clandestina.

Los precios se triplican y por ejemplo una caja de Metformina para controlar la diabetes que vale 3.60 en moneda nacional y trae 2 blíster, puede llegarte a costar 25 pesos un blíster en el mercado negro.

El problema es alarmante pero en realidad lo que sucede hoy día con la reventa de pastillas no es un problema nuevo. Hace solo unos meses en la provincia de Mayabeque la Unidad Provincial de Investigación Criminal y Operaciones tramitó el expediente No. 551 de 2015, contra tres ciudadanos implicados en la venta ilícita de metilfenidato con fines de lucro, según refiere un trabajo de investigación publicado por la Revista Bohemia.

¿Qué dice Biocubafarma?



La industria cubana responsable de la producción, y distribución de medicamentos se llama Biocubafarma, a quienes les llega desde hace más de un año las duras quejas de los pacientes necesitados, pero al parecer la industria por el momento no está en condiciones de lograr los niveles esperados de producción.

Sobre las causas la ingeniera de Biocubafarma, Teresita Rodríguez sostiene que las razones del desabastecimiento de medicamentos en Cuba tiene varios motivos. Principalmente está la “pérdida de proveedores, y principios activos, fábricas que han cerrado producto de contaminación ambiental en China y el deficiente estado.

El problema no parece tener solución ni a corto ni a largo plazo. Al menos no se han dado síntomas de eso. La televisión estatal del país hace un año publicó un reportaje y desde entonces el tema sigue navegando sin respuestas.

Mientras tanto los revendedores que casi siempre tienen los medicamentos “perdidos” siguen aprovechándose sin escrúpulo alguno.

Sin inversores, sin estrategias de control sobre delitos y sin impulsar la industria farmacéutica cubana, el tema de la escases de fármacos en Cuba tiene todos los ingredientes necesarios para convertirse muy pronto en una verdadera crisis.


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