El régimen cubano se atribuye el derecho de impedir que un cubano entre a la Isla, esta vez es el caso del escritor, Rolando Sánchez Mejías, que a pesar de las nuevas medidas se le impide “habilitar su pasaporte”

“Pedí la entrada para ver a mi familia y al parecer me han declarado persona non grata. Comencé los trámites hace unos meses en el consulado de Barcelona. Parecía casi un hecho (el viaje) al menos por la parte consular, pero Emigración (desde Cuba) no me habilitó el pasaporte”, cuenta el escritor cubano, Rolando Sánchez Mejías.


El holguinero, radicado hace más de 20 años en España no puede entrar a Cuba, la tierra que lo vio nacer.

Habilitar el pasaporte es un trámite que permite al Gobierno cubano negarle a determinados cubanos la entrada a su país, sin embargo el régimen anunció que iba a eliminar tal habilitación, lo que no habían aclarado en un inicio es que esta medida no se aplicará de igual manera a todos los cubanos.

El escritor relata que la cónsul cubana en Barcelona le dijo “que ellos no dan ningún tipo de justificación. Sencillamente esa es la respuesta: que no puedo entrar a Cuba. Es un no y ya”.

Rolando Sánchez Mejías salió de la Isla en 1997, y nunca volvió, en la Isla caribeña tiene a su madre de casi 80 años y a su hermana.

“Mi madre está, digamos, en un período de finalización y quería verla. No era para ir de viaje a Cuba”, comentó el escritor, aludiendo que no iba en plan turismo.


De igual manera dijo que la negativa de entrada a Cuba, puede deberse a dos causas, la primera un “castigo” del régimen o el requisito de “un pacto” con las autoridades culturales cubanas.

Sánchez Mejías, explicó: “Yo pensaba que ya habían pasado 20 años y que ciertas cosas ya se habían aligerado, pero no. Lo que yo preveo es que tenga mucho ver aún con todo por lo que yo salí de Cuba: la revista Diáspora(s), que siempre les hizo poca gracia a ellos; (…) la carta abierta que publiqué en El País en 1996 en la que hablo de ciertas condiciones de la censura y coloco a Fidel Castro como el responsable”.

Y en referencia al castigo, el escritor añade que puede ser “que tenga que pactar algo con ellos, con las instituciones culturales. Pedirles permiso”.

Es sobre ver “hasta qué punto te puedes humillar, hasta qué punto uno cede: como han cedido bastantes cubanos, artistas plásticos y escritores que han vuelto (a Cuba) pero bajo determinadas condiciones. Esta es la tesis por la que me inclino. Pero yo no soy persona que se presta a ese tipo de jueguitos”.

“Soy persona non grata quizás porque piensan que puedo realizar cosas allí. No sé si ellos piensan que yo todavía tengo capacidad organizativa”, finalizó el holguinero.

El escritor cubano es Pre­mio Nacional de la Crítica de Cuba en 1993 y 1994. Fue fun­dador, en 1993, en La Habana, del grupo Diáspora(s), así como de la revista del mismo nombre.

(Con información de Diario de Cuba)


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