El alto costo de la vida en Cuba: Los cubanos llevan años enfrentando este dilema

En los últimos años Cuba ha experimentado algunos cambios en el sector económico, con el incipiente auge del sector privado, ahora estancado por la paralización de las licencias a cuentapropistas hasta nuevo aviso; una puerta que quiere abrirse pero a la vez quiere cerrarse, el alto costo de la vida lo sienten en sus espaldas los cubanos de a pie; el estado cubano aún sigue siendo el mayor empleador en la Isla, y los salarios son bajos, el almanaque no se detiene, los precios ascienden en el mercado mundial, y dentro de la Mayor de las Antillas, y los salarios son estáticos, quienes más “búsqueda” tienen en estos momentos, una palabra que todo cubano entiende bien, son los trabajadores por cuenta propia, pero ante el estancamiento económico provocado por un Gobierno que lo mismo afloja que tensa las cuerdas, es difícil sentir holgura alguna.


Unas cubanas relataron a Diario de Cuba que emplearon la mitad de su día en las compras semanales, de alimentos y aseo personal, sintieron la sed y fueron a una cafetería privada en Centro Habana, ya que en los establecimientos estatales casi siempre están rotas las neveras, y las bebidas están calientes, después de pedir dos refrescos Tukola, producido en la Isla, se enteraron de que la bebida costaba 20 pesos.

Una de ellas preguntó: “¿Cuándo fue que subieron el precio del Tukola? Y el hombre según cuenta la mujer se encogió de hombros.

“La pregunta correcta es ¿por qué subieron el precio?”, corrigió quien la acompañaba.

Ambas, Gabriela Alpízar y Tamara Gómez son trabajadoras civiles de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), y aseguraron que la última vez que compraron el producto en una cafetería privada costaba 15 pesos moneda nacional.

Alpízar y Gómez dijeron que iban a leer “detenidamente” la reciente Resolución 54/2018 del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), que trata sobre protección al consumidor, por el aumento de precios, que según dijeron ambas trabajadoras “deberían ser lo más importante a regular”.


Heriberto Lemus, herrero y productor de enseres sanitarios expresó: “el costo de la vida misma es lo que debería considerarse”, Lemus se siente escéptico con respecto al decreto, pues piensa que el verdadero dilema de los cubanos es que el salario del trabajador estatal no rinde para hacer frente a los precios que el mismo gobierno impone.

“Primero hay que producir alimentos, después proteger a trabajadores, a jubilados y a los acogidos a la asistencia social ante los precios que establece el mercado. Para ser un consumidor necesitas tener dinero”, reflexionó el herrero.

En el mes de junio entraría en vigor la resolución 54/2018, y entre sus varios aspectos busca “satisfacer las necesidades del consumidor con un adecuado y oportuno abastecimiento de bienes y servicios de primera necesidad, con especial atención a los grupos vulnerables”, recoge Diario de Cuba.

(Con información de Diario de Cuba)


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