Después de 58 años, se ha vuelto a abrir la cuadra de la calle 11 entre 10 y 12, en El Vedado, ante el asombro de muchos vecinos, ya no está prohibido pasar por lo que fuera la sagrada “cuadra de Celia”, también conocida como “la posta” o “el búnker”.
Fidel Castro, frecuentaba mucho a Celia Sánchez, llamada también “la madrina”, por eso el dictador ordenó una extrema seguridad en la cuadra, además de una bolera, una piscina climatizada, una cancha privada de baloncesto, un establo con aire acondicionado para sus vacas supremas, su biblioteca privada, un cómodo apartamento decorado con rocas y helechos traídos de la Sierra Maestra.
En el cuarto piso del edificio con el número 1007, Celia ordenó construirle a Fidel una cama en forma de bohí¬o campesino, con columnas de horcones de palma. Para mayor seguridad, todas las azoteas se comunicaban y había un túnel soterrado que llevaba al gimnasio en forma de búnker.
Celia Sánchez murió en 1980 y todo se mantuvo igual, hasta veinte años después, a pesar de que Fidel Castro ya no pasaba por allí.
Celia fue la primera mujer que participó en un combate y fundó el pelotón femenino Mariana Grajales. Fiel al dictador, muchos la consideraron su mejor perro guardián.
“La madrina” fue Ministra de la Presidencia, miembro del Comité Central, Secretaria del Consejo de Estado y diputada del Parlamento, pero su mayor preocupación fue siempre la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
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